Jueves, 10 de noviembre

 

Quién eres, más que cualquier otra cosa, determinará lo que logras y cuánto vas a lograr. No es lo que tienes lo que determinará tu huella en esta vida, sino es más bien quien eres; y quien eres es el resultado directo de tu carácter. Tu carácter determinará todo en tu vida, determinará cómo vas a reaccionar al éxito y cómo va a responder a las inevitables tormentas de la vida. Y lo más importante es que tu carácter determinará si eres una persona que vale la pena conocer.

 

El carácter es más importante que el talento, las habilidades, el conocimiento y el dinero. Es algo que queremos ver en los demás pero que a menudo lo descuidamos en nuestras propias vidas. Quizás esta sea la razón por la que como pastor paso mucho tiempo hablando con personas que están atravesando grandes desastres personales por haber descuidado por años el desarrollar integridad en sus vidas. Y también paso mucho tiempo con otro grupo de personas que se encuentran enterrados en desastres por la falta de integridad de personas cercanas a ellas. Esto lo podemos ver en nuestros líderes políticos, al igual que muchas personas, están sufriendo por causa de su falta de integridad. Pero no es la falta de carácter en los demás lo que nos debería importar tanto, yo prefiero concentrarme en desarrollar mi integridad como una de las prioridades más importantes de mi vida.

 

En el sermón del monte Jesús les habló a un grupo de hombres y mujeres que estaban sufriendo una gran devastación personal debido a su propia falta de integridad. Pero para ellos era más fácil señalar la falta de integridad en los demás, en este caso era más fácil señalar la injusticia que sufrían bajo la mano opresora del Imperio Romano. Para este grupo de personas su prioridad inmediata era la vivienda, la comida y la ropa. Sin embargo, su objetivo final era librarse del dominio del Imperio Romano y reestablecer el reino de Israel. Pero a medida que Jesús hablaba, más se daban cuenta de que las prioridades de ellos no se alineaban con las de Jesús. Ellos estaban más preocupados por tener y a Jesús le preocupaba más en quienes ellos se estaban convirtiendo. Ellos estaban más preocupados por obtener la libertad y Jesús estaba más preocupado con su integridad.

 

Mateo 6:33 NVI

Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.

 

Ellos estaban concentrados en obtener y Jesús estaba concentrado en la justicia, ellos estaban preocupados por sus necesidades diarias, pero Jesús estaba concentrado en la tarea diaria de que se convirtiesen en personas justas, íntegras de carácter. Jesús sabía que su carácter, más que cualquier otra cosa, los guardaría de las catástrofes personales. Jesús sabía que ninguna otra cosa más que su carácter determinaría cuan bueno o malo sería su futuro.

 

La verdad es que le dedicamos mucho tiempo y energía a lograr y obtener cosas, las cuales al final de todo no valdrán la pena, cuando más bien deberíamos invertir mucho más tiempo en desarrollar nuestro carácter, algo que ahora y siempre vale la pena.

 

Padre Celestial gracias por estar más preocupado por mi carácter que por mis logros y lo que obtengo en este mundo, que al final del día eso no tiene ningún valor eterno. Te pido que me des la determinación y la sabiduría necesaria para que Tú puedas formar esa integridad en mí. Ayúdame a buscar primeramente tu Reino y dejar siempre el mío a un lado; porque tu Reino no tiene fin, mientras que los reinos que formamos nosotros sí.