El crecimiento toma tiempo
En un instante una persona puede depositar su fe en Jesús y convertirse en un hijo de Dios. En un segundo una persona puede decidir seguir a Jesús y convertirse en un discípulo. Lo que no puedes hacer de un momento a otro es convertirte en un cristiano maduro, esto es un proceso que dura toda tu vida. Y la pregunta no es, ¿dónde estoy en el proceso? La pregunta es: ¿estoy pasando por el proceso?
El ser aceptado por Dios no tiene nada que ver con tus disciplinas espirituales, pero sí tiene todo que ver con tu crecimiento espiritual. Permíteme explicarte; el hecho de que ores, estudies la Biblia y seas generoso no va a causar que Dios te ame más. Dios no puede amarte más y nunca te va amar menos. El hacer tus ejercicios espirituales es lo que permite que te conviertas en un cristiano maduro. Siempre que te encuentres pasando por el proceso serás un cristiano maduro, estarás creciendo. Es cuando dejas de ejercitarte espiritualmente o eres negligente en esta área que te conviertes en un cristiano espiritualmente inmaduro, dejas de crecer. Cuando se trata de la madurez espiritual, realmente no importa en qué parte del proceso te encuentras o el tiempo que llevas en él. Lo único que importa es que estés en el proceso. Tu crecimiento espiritual es un proceso que dura toda la vida.
Efesios 4:13 NTV
Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo.
Es simple, tu crecimiento espiritual dura toda la vida y lo que debes de tomar en cuenta es que te encuentres en ese proceso, no en qué parte del proceso estás.
Padre Celestial quiero ser un cristiano maduro, ayúdame a crecer todos los días de mi vida un poco más. No permitas que descuide mis ejercicios espirituales.
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Robert Cruz Jr.
Bobby Cruz Jr. became Senior Pastor of CDA Miami in 1999, continuing the work that his father, Bobby Cruz began in 1980. Bobby Jr. is an engaging speaker whose passion is to lead people in a growing relationship with Jesus. He has five children and he lives with his wife Ana in Doral, FL.