El espejo no miente – Bobby Cruz Jr

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Jueves, 30 de junio

Todas las mañanas antes de salir de la casa hay una cosa que la mayoría de las personas hacen, se miran en el espejo. Y se quedan parados frente al espejo hasta estar convencidos de que se ven bien. Por eso es que algunos después de mirarse en el espejo se peinan el cabello, se ponen maquillaje, otros se afeitan y algunos se cambian de ropa dos y tres veces. El espejo no miente, así que van a hacer lo que sea necesario para asegurarse de que se ven lo mejor posible.

 

Santiago 1: 21-22 NTV

Así que quiten de su vida todo lo malo y lo sucio, y acepten con humildad la palabra que Dios les ha sembrado en el corazón, porque tiene el poder para salvar su alma. No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos.

 

Santiago 1: 23-25 NVI

El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.

 

Santiago dice que la persona que escucha a la Biblia pero no la pone en práctica es como la persona que se mira a sí mismo en el espejo y luego se va sin hacer los cambios necesarios. En el mundo físico ninguna persona normal haría eso, al contrario, se arreglaría haciendo los cambios necesarios. Lo interesante es que nuestra apariencia física tiene poco o nada que ver con las condiciones de nuestras almas. Pero le prestamos mas atención a lo que esta mal por fuera y muy poca atención a lo que está sucediendo por dentro, por lo menos en términos de arreglarnos.

 

Es cuando nos fijamos en la Palabra de Dios y nos comprometemos a aplicarla que nos colocamos en el lugar en el que Dios nos puede bendecir. Porque Dios siempre bendice la obediencia pero nunca bendice la desobediencia. Por lo tanto no es de extrañarse de que las iglesias estén llenas personas desanimadas, descontentas, enojadas, amargadas, tristes y llenas de envidias y celos. Y la razón por la que están tan llenos de malas emociones y no reciben la bendición de Dios es porque lo que saben y lo que creen no les beneficia a menos que lo pongan en práctica.

 

Padre Celestial ayúdame a darle más importancia a mi apariencia interna que a la externa, aunque esta segunda es importante al final del día lo que realmente importa es lo que tiene un valor eterno, ayúdame a ser obediente a tu palabra para que me pueda posicionar en el lugar que Tú puedes bendecirme.