El Nacimiento Del Hijo de Dios

Martes, 11 de marzo


Dios mismo, el Rey de reyes, el Creador de todas las cosas estaba a punto de hacer su gran entrada a nuestro mundo. En el mundo que Él creó perfecto, pero que por las malas decisiones de la humanidad se encontraba lleno de confusión y terror. El perfecto Dios estaba a punto de entrar en el mundo imperfecto, Dios Santo estaba a punto de entrar en el mundo profano. Imagínate por un momento que tú estás a cargo de organizar la llegada de Dios a este mundo, ¿qué aspecto tendría? Me imagino que seria el acontecimiento más grandioso de todos los tiempos, no escatimarías en ningún gasto. Pero cuando nos fijamos en cómo Dios realizó su propia entrada, fue de todo menos grandiosa.

Dios se las arregló para crear las circunstancias más humillantes posibles en el momento de su nacimiento en este mundo. Se presentó en un solo huevo microscópico que se convirtió en un feto y nueve meses después nació un niño. El que todo lo sabe, Todopoderoso, Dios Omnipresente apareció sin conocimiento, sin poder y con limitaciones. Como padres eligió a dos adolescentes rurales. Cuando los poderosos de este mundo tienen guardaespaldas, agentes del servicio secreto, e incluso ejércitos para protegerlos, Dios elige poner el destino de toda la humanidad en manos de un par de adolescentes. Su elección para el lugar de nacimiento fue un pesebre. No habían doctores, ni enfermeras, sólo un par de adolescentes acompañados de animales de granja. Cuando Dios entró en el mundo se las arregló para que las circunstancias fueran las más humillantes posibles.

Lectura Bíblica
Filipenses 2:5-8 NTV

Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Quien aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano.

Padre Celestial Tú nos dejaste el mejor ejemplo de humildad, sin considerar que te correspondía toda la gloria y todo el honor por quien tú eres. Ayúdame a mí a tener esa misma actitud que tenías Tú, que ni siquiera viste lo que te correspondía como derecho, sino que te entregaste por completo para beneficio de los demás.