El poder de la paz

 

 

Miércoles, 11 de octubre

 

Paz Circunstancial

La mayoría de las personas creen que la paz es el resultado de crear las circunstancias perfectas y mantenerlas; si no hay guerras entonces hay paz, si no hay conflictos en el hogar hay paz, si tienes un trabajo estable hay paz, si el cuerpo no está enfermo hay paz. En otras palabras, la paz depende en su mayoría de nuestra habilidad de crear y mantener las circunstancias apropiadas. Pero existe un problema y es que nosotros no tenemos la habilidad de hacer eso de manera consistente. Hay paz y luego se desata una guerra, todo estaba bien en el hogar y de repente hay problemas, no habían preocupaciones financieras y llegaste un día al trabajo y te despidieron, una mañana te levantas sintiéndote mal y días después te encuentras batallando alguna enfermedad. El problema con la paz circunstancial es que no se puede crear y mantenerla consistentemente.

 

Emociones Contraproducentes

En nuestra búsqueda por crear las circunstancias que creemos nos van a producir paz hemos hecho todo lo contrario. Porque cuando algo o alguien te cambia tus circunstancias que trabajaste tan duro para crearlas, esto eventualmente produce en nosotros emociones contraproducentes a la paz.

 

Enojo

Es difícil estar en paz si estás enojado con alguien. El enojo le dice a otros: me debes, me heriste, me robaste…

 

Celos

Nunca estás en paz cuando sientes celos. El problema con los celos es que es fácil de ver en los demás pero tan difícil de verlo en uno mismo. Los celos dicen: Dios me debe un mejor trabajo, una mejor salud, una familia…

 

Avaricia

La codicia es otra de esas emociones que es fácil de ver en los demás y no en uno mismo. La codicia dice: yo me debo. Merezco más y mejor, trabajé para lograr esto, me he sacrificado por aquello…. La gente codiciosa nunca está en paz.

 

Culpabilidad

Personas que se sienten culpables nunca están en paz. La culpabilidad dice: te debo, te robé, te hice daño….

 

La Paz Verdadera

Gálatas 5:22 NVI

En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz…

 La verdadera paz no es el resultados de crear y de mantener las circunstancias adecuadas. La verdadera paz es el resultado del fruto del Espíritu Santo en las vidas de aquellas personas que crean y desarrollan una relación con Dios.

 

El antídoto para las emociones contraproducentes

La paz no es el resultado de nuestras circunstancias, la paz es el resultado de nuestra relación con Dios. Y la paz es el antídoto para las emociones contraproducentes.

 

Enojo

Cuando estás en paz puedes perdonar a las personas con quienes estás enojado. Ahora puedes decirle a los demás: ya no me debes.

 

Celos

Cuando estás en paz puedes celebrar lo que otros tienen. Ahora puedes decir: Señor no me debes nada.

 

Avaricia

Cuando estás en paz puedes dar. Ahora te puedes decir a ti mismo: no me debo a mí mismo nada, me conformo con lo que tengo y cuando no tengo me conformo también.

 

Culpabilidad

Cuando estás en paz puedes confesar. Ahora puedes decir estoy perdonado, yo no te debo nada.

 

Padre Celestial, tu Espíritu Santo me hace libre para vivir en paz conmigo mismo, con los demás y sobretodo contigo, porque mi paz no depende de las circunstancias que me rodean sino de mi relación íntima contigo. Gracias por este fruto de tu Santo Espíritu que es tan importante para mi vida.