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Jueves, 31 de marzo

 

El problema con los problemas es que no se pueden ignorar. Las cosas que se ignoran casi nunca mejoran. Los problemas son una parte inevitable de la vida y son exactamente con lo que vamos a tener que lidiar al cumplir el propósito divino de Dios en nosotros. Mi tendencia es ignorar los problemas y luego esperar que desaparezcan por sí solos. Pero eso a menudo no sucede, no sólo no desaparecen, sino que más bien se hacen cada vez más y más grandes. El tener problemas no es el problema, el ignorarlos es el problema.

 

Nehemías 5: 6-7 NTV

Cuando oí sus quejas me enojé muchísimo. Después de pensarlo bien, denuncié a esos nobles y a los funcionarios y les dije: «¡Ustedes perjudican a sus propios parientes al cobrar intereses cuando les piden dinero prestado!». Entonces convoqué a una reunión pública para tratar el problema.

 

Nehemías había sido informado de que los nobles y los funcionarios se estaban aprovechando de las personas en Jerusalén que habían dejado todo en sus vidas para reconstruir los muros de Jerusalén. Estos individuos les estaban prestando dinero a altas tasas de interés a sabiendas de que ellos no podían pagarlas. Esto no era sólo un problema, esto era un problema que tenía el potencial de detener por completo la obra de Dios. Este problema tenía el potencial de causar que tanto Nehemías como el pueblo no cumpliesen el propósito por el cual fueron divinamente diseñados. Este problema no podía ni se debía ignorar.

 

Como pastor constantemente me encuentro con personas que por una razón u otra prefieren ignorar sus problemas con la esperanza de que desaparezcan, sin embargo esto raramente ocurre. Pero luego, cuando el problema ha crecido de una manera que se escapa de control entonces aparecen en mi oficina. Cuando hablo con ellos me doy cuenta de que el problema no sucedió de un día para otro, descubro que en el camino hubieron señales de que algo andaba mal. Es la persona que físicamente no se siente bien pero opta por no ir al médico y ahora su condición está fuera del control del médico. Es la pareja que comenzó a ver las grietas en su matrimonio pero optó por ignorarlas y ahora están en trámites de divorcio citando diferencias irreconciliables. Es el hombre o la mujer que decide ignorar las grietas en sus normas morales y ahora se encuentra viviendo en un estilo de vida adictivo. Estas grietas fueron los problemas en sus etapas de la infancia pero al ser desatendidas eventualmente crecieron hasta causar situaciones fuera de control en sus vidas.

 

Cuando Nehemías se percató del problema se tomó un tiempo para pensarlo antes de actuar; y lo más probable es que hizo esto porque estaba tan enojado con la situación, que quiso analizarla antes de dejarse llevar por las emociones. Pero inmediatamente después de calmarse enfrentó el problema de frente, cara a cara. Probablemente porque Nehemías tuvo presente lo que a menudo nosotros olvidamos, que las cosas que se ignoran nunca mejoran.

 

Padre Celestial ayúdame a no ignorar los problemas de mi vida, sobretodo si se trata de mi propósito divino para el cual me creaste, enséñame a ver las señales cuando se presentan para que yo pueda pensar y luego actuar en base a lo que es mejor para mí y para las personas que me rodean según tu voluntad. Gracias porque siempre me guías y no pasas por alto ni un solo detalle de mi vida.