El Señor Es Mi Pastor

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¿Tu vida esta llena de estrés? El mundo moderno está repleto de agendas, frustraciones y demandas que estresan nuestras vidas. Hoy en día, el estrés es tan normal que se ha convertido en un estilo de vida. Ahora bien, el estrés no siempre es negativo, el estrés no es otra cosa que tu cuerpo tratando de protegerse de una amenaza percibida o de algo que le está molestando. Lo que sí definitivamente es malo es que hoy en día muchas personas viven con estrés crónico y esto puede ser muy perjudicial. El estrés crónico a través del tiempo tiene un efecto destructivo tanto física como espiritualmente. Con el tiempo el estrés crónico afecta negativamente tu cuerpo, mente y emociones, pero no se detiene ahí, sino que también tiene un impacto negativo en todas tus relaciones, incluyendo tu relación con Dios.

Veamos algunas de las causas más frecuentes de estrés en nuestra sociedad moderna:

Las preocupaciones, sin duda las preocupaciones producen estrés. Hay cosas que a través de la historia humana han sido causa de estrés, pero en la sociedad moderna tenemos que preocuparnos por mucho más, como la de perder nuestro teléfono móvil, tabletas electrónicas que contienen tanta información personal, y por si fuera poco también tenemos que preocuparnos por el robo de identidad.

Un mundo acelerado, hoy día tenemos más cosas que hacer que antes, más trabajo, más responsabilidades e inclusive más entretenimiento. Y porque el mundo está tan acelerado todo va cambiando rápidamente, lo ves en los productos que compras; los estilos cambian de un día para otro, la computadora o la televisión del mes pasado ya están obsoletos y lo mismo pasa con la ropa, los autos, los muebles, todo se mueve tan rápidamente.

El urbanismo, con cada vez más y más gente viviendo en ciudades se ha incrementado el tráfico y vemos cada vez líneas más largas en todas partes, en el banco, supermercado, farmacia, etc.

Más opciones, más opciones produce indecisión, el otro día fui a comprar medicamentos para un resfriados, y wow, ¡que estresante! habían tantos productos diferentes que no podía decidir cuál era el que necesitaba.

La pérdida de la privacidad, donde quiera que vayas, alguien quiere tu dirección de correo electrónico, cada vez que pides o compras un producto o servicio alguien está mirando cada uno de tus movimientos, en cada esquina, en cada negocio hay cámaras que te están vigilando.

Pluralismo, con tanta gente de diferentes culturas, creencias, religiones, persuasiones políticas y estilos de vida, esto aumenta los niveles de sensibilidad pero también los niveles de conflictos.

El temor al futuro, en la televisión, en la radio, en los periódicos y en las revistas hay algún experto, científico, político o líder religioso que nos dice que el mundo está llegando a su fin.

La verdad es que hay muchas cosas de las que preocuparse en una sociedad moderna; y todas ellas contribuyen a incrementar el estrés a tal punto que muchas personas actualmente viven con estrés crónico. Pero la buena noticia es que aquellos de nosotros que tenemos una relación con Dios no tenemos porqué vivir de esa manera. Lo que deberíamos de hacer es recordar el Salmo más famoso de la Biblia, un salmo que durante miles de años ha ayudado a innumerables personas a lidiar con el estrés en sus vidas.

Salmos 23 NVI

1El Señor es mi pastor, nada me falta; 2en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; 3me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre. 4Aun si voy por valles tenebrosos,no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta. 5Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi cabeza;has llenado mi copa a rebosar. 6 La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del habitaré para siempre.

En un mundo lleno de estrés necesitamos que el Señor sea nuestro pastor. Convertirlo en el líder, guía y piloto de nuestras vidas. Y pedirle que nos conduzca al descanso y refresque nuestras almas. Invitarlo a guiarnos, protegernos y defendernos. Luego depositar nuestro futuro en sus manos.

Se dice que los primeros siete minutos del día de una persona forman y determinan el resto del día que le espera. Déjame darte el mejor ejercicio de estrés de todos los tiempos y el único que de verdad sirve para bajar los niveles de estrés, sin importar lo que esté sucediendo a tu alrededor. Comienza cada día dedicándole por lo menos siete minutos a estar en la presencia de tu Padre Celestial y declarando que el Señor es tu pastor y que nada te va a faltar.

Es simple, comienza cada día declarando: El Señor es mi pastor, nada me falta.

Padre Celestial gracias porque Tú eres mi Pastor y nada me falta en mi vida, gracias porque me amas tanto que me llevas a lugares de delicados pastos para que descanse. Quiero vivir de manera que Tú seas el que me impactes y no este mundo acelerado en el que vivo que sólo me causa estrés.