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Lunes, 16 de mayo

 

Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores. – Apóstol Pablo (1 Timoteo 6:10)

 

Una de las cosas que tienen más potencial de desviarnos del propósito divino de Dios para nuestras vidas es el amor al dinero. Fíjate que el apóstol Pablo no dice que el dinero es la raíz de todos los males. Sino más bien lo que dice que es el amor al dinero lo que es la raíz de todos los males. Piensa por un momento, ¿cuál es la razón principal de la mayoría de las guerras? ¿Qué ocasiona casi todas las demandas en las cortes? ¿Qué es lo que causa más peleas y divisiones en las familias? ¿Verdad que es el dinero o nuestro amor por él?

 

Cuando Nehemías y el pueblo terminaron la reconstrucción de los muros de Jerusalén se dieron cuenta de que una de las causas por las que éstos habían sido derribados era precisamente por el amor al dinero. Estaban tan ocupados en hacer negocios que habían descuidado el mantenimiento del templo de Dios. Y por consecuencia, ya Dios no era su prioridad; el dinero se había convertido en su prioridad.

 

Nehemías 10: 37-38 NVI

Versos clave: 37A, 39B

“Convinimos en llevar a los almacenes del templo de nuestro Dios las primicias de nuestra molienda, de nuestras ofrendas, del fruto de nuestros árboles, de nuestro vino nuevo y de nuestro aceite, para los sacerdotes que ministran en el templo de nuestro Dios. Convinimos también en dar la décima parte de nuestras cosechas…““De este modo nos comprometimos a no descuidar el templo de nuestro Dios.“

 

 

Mirando hacia adelante Nehemías y el pueblo sabían que no podían permitirse el volver a cometer el mismo error. Así que establecieron un pacto por escrito con Dios en el que a partir de ese momento se comprometían a cumplir la ley de Dios trayendo la parte de sus ingresos que le correspondía a Él.

 

Hoy en día, a diferencia de la época de Nehemías, nuestro enfoque principal no debería ser el templo sino más bien la iglesia. En los tiempos de Nehemías el enfoque principal de dar era el templo, pero ahora Jesús está edificando Su iglesia como el enfoque principal en cuanto a dar. Probablemente te estés preguntando, ¿cuál es la diferencia? El templo era el edificio en el que Dios depositaba su presencia, pero su presencia ya no reside en un templo. Jesús acabó con el sistema de templo y estableció el sistema de iglesia, que ya no tiene nada que ver con el edificio, sino más bien es la reunión de los creyentes. la presencia de Dios ya no está en un edificio, sino en los corazones de aquellos que se reúnen como iglesia para adorarlo.

 

Mateo 6:21 NVI

Porque donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón también.

 

Jesús no tiene interés alguno en quitarnos nuestros dinero, lo que Él desea es más importante y valioso, el desea que nuestros corazones le pertenezcan. En los días de Nehemías el dar era importante porque priorizaba a Dios como la figura central en la comunidad. ¿Cuánto más importante debe ser el dar ahora que prioriza a Dios como la figura central en nuestro corazones?

 

Padre Celestial gracias por mostrarme la importancia de dar, porque donde yo deposite mi tesoro es ahí donde mi corazón va a ir también y deseo que mi corazón siempre corra a ti. Ayúdame a hacer depósitos constantes en tu reino, donde no hay ladrones que lo roben ni polilla que lo destruya. Qué regalo más valioso es que yo sea parte de lo que Tú instituiste como iglesia.