En la Búsqueda de Intimidad de Dios

Viernes, 21 de febrero

¿Te acuerdas cuando eras niño y tu papá te decía, hijo o hija, me gustaría hablar contigo? ¡Qué hice! Era lo primero que te venía a la mente, si mi papá quiere hablar conmigo, debo estar en problemas. Yo hacía cualquier cosa para tratar de evitarlo, incluso hasta irme a dormir temprano. En el libro de Génesis descubrimos que Dios creó al hombre en relación a Él y para una relación con Él. Una relación que no se basa en lo que hicimos, sino en quien Él es, pero el hombre tomaría una mala decisión que rompería esa relación íntima con Dios. Desde entonces la humanidad ha tratado de evitar a Dios mirándolo con desconfianza.

Lo primero que hicieron Adán y Eva después de su mala decisión fue esconderse de Dios. Lo que antes era una relación caracterizada por la confianza y la aceptación mutua se convirtió ahora en una relación caracterizada por el miedo, la vergüenza y la desconfianza. Lo interesante es que desde el momento en que Adán y Eva tomaron la mala decisión que se rompiera la relación íntima con Dios, Él se embarcó en una intensa búsqueda para volver a conectarse con la humanidad. Después de muchos intentos para volver a conectarse con el hombre a través de profetas, jueces, reyes y hasta los ángeles, la humanidad siguió tratando a Dios con desconfianza. Pero Dios no iba a ceder, Él quería volver a conectar con la humanidad, por lo que envió a su único hijo Jesús. A través de Él obtenemos una visión de cómo es Dios, una visión de la forma en que Dios piensa de nosotros. En una ocasión, Jesús describió a Dios como una gallina que intenta reunir a sus polluelos, para amarlos y protegerlos. En otra ocasión Él describió a Dios como a un padre a quien su hijo lo había dejado, y cada día iba a esperar a su hijo con la esperanza de que iba a regresar. Y no porque el padre estaba enojado con las malas decisiones que su hijo había hecho, más bien, porque a pesar de sus malas decisiones todavía él lo amaba.

Ya ves que no es necesario desconfiar de Dios. Él no está enojado contigo, Él está enamorado de ti. Y aunque hayas tomado algunas malas decisiones, todavía Dios te ama. No es necesario que lo evites. Él te acepta tal y como eres.

Lectura Bíblica

Juan 3:16
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.

Padre Celestial gracias porque a pesar de que en ocasiones puedo ser desconfiado, Tú nunca te rindes amándome y recogiéndome cada vez que me caigo. Ayúdame a confiar cada día más en ti. Gracias por buscar tener una relación íntima conmigo y por aceptarme tal cual soy.