Jueves, 15 de marzo de 2018

 

Es triste, pero la realidad es que el cristianismo ha estado decayendo de  manera constante en los Estados Unidos. Y no es algo que sólo está sucediendo entre las generaciones más jóvenes, más bien está sucediendo con personas de todas las edades, género, raza, en distintos ámbitos educativos y geográficos. Una investigación de Pew estima que en los últimos diez años el cristianismo en los Estados Unidos ha disminuido por más de cinco millones de personas. El estudio señala una creciente falta de satisfacción con el cristianismo, no sólo entre los no creyentes sino también entre aquellos que son creyentes. ¿A qué se debe esto? Y más importante aún, cómo creyentes, ¿De qué manera vamos a comunicarle las buenas nuevas a una generación que va huyendo de ellas?

 

Sería fácil concluir que la razón por la que el cristianismo va en descenso es por causa de todo el secularismo que se ha promulgado a través de toda la sociedad. Sin embargo, el secularismo es solamente un síntoma de un problema aún mayor; la falta de luz en el mundo; donde hay ausencia de luz las personas chocan, tropiezan y se caen.

 

En el Antiguo Testamento, Dios había establecido a Israel como luz a las naciones.  “Yo te pongo ahora como luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra”. (Isaías 49). Pero Israel permitió que su luz se extinguiera. Luego, en el Nuevo Testamento, el Verbo se hizo carne y Jesús se convirtió en la luz para todos aquellos que vivían en oscuridad.

 

“En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla. Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.”  – Juan 1: 4,5,14 NVI.

 

En el Antiguo Testamento, el pueblo de Israel reflejaba la luz a través de las victorias militares. Dios colocaba a Israel en situaciones imposibles donde no había manera aparente de obtener una victoria. Pero luego Dios aparecía y milagrosamente les daba la victoria. Al ser derrotadas, las naciones que se oponían a ellos se rendían y aceptaban que el Dios de Israel era el Dios más poderoso de todo el mundo. En el Nuevo Testamento, la manera en que Jesús iluminó al mundo fue a través de la gracia y la verdad. Y a través de la gracia y la verdad multitudes de pecadores fueron atraídos hacia Él.

 

 “ Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.”  – Mateo 5: 14-16 NVI.

 

Como mencioné, en el Antiguo Testamento Israel reflejaba la luz a través de batallas militares. Luego Jesús vino al mundo y nos trajo luz a través de la gracia y la verdad. Ahora, en esta generación, hemos sido llamados a reflejar la luz de Jesús, a través de nuestras buenas obras. Pero no cualquier buena obra, sino siguiendo el ejemplo de Jesús dispensando gracia y verdad. Pero entiende que la verdad sola no es suficiente, necesita ir acompañada de gracia en abundancia.

 

La forma de comunicar las buenas nuevas a una generación que va huyendo de Dios es asumir nuestra responsabilidad de ser luz a un mundo que vive en tinieblas. Y aunque no podemos producir luz propia, como espejos podemos posicionarnos estratégicamente para reflejar a Jesús en esta generación.

 

Preguntas:

1. ¿Por qué crees que esta generación va huyendo de Dios?
2. ¿Puedes dar algún ejemplo de Israel reflejando la luz a través de las batallas militares?
3. En el Antiguo Testamento, Israel reflejó la luz a través de las batallas militares, ¿cómo produjo Jesús luz en el Nuevo Testamento?
4. ¿Has asumido seriamente la responsabilidad de reflejar la luz en el lugar donde Dios te ha posicionado?
5. ¿Cómo deberías reflejar la luz de Jesús a aquellos a tu alrededor que viven en oscuridad?

 

Padre Celestial, asumo mi responsabilidad de ser luz en este mundo lleno de tinieblas, no sólo lo asumo, sino que es un privilegio para mí poder servirte y cumplir este propósito tuyo en mi vida. Sé que la manera de reflejar luz a esta generación es reflejándote a Ti amado Jesús, que todos puedan ver mis buenas obras a través de la gracia y la verdad que recibo de Ti y estoy llamado a extenderle a otros.