Engañándote a ti mismo

 

 

Jueves 03 de octubre de 2018

 

El hecho de que una persona sea médico no la hace saludable. El hecho de que una persona sea un administrador financiero no lo hace rico. Lo mismo sucede con una persona que va a la iglesia semana tras semana y acumula una gran cantidad de conocimiento bíblico pero no lo aplica, lo único que está haciendo es engañarse a sí misma. La triste realidad es que hay muchas personas que se han engañado a sí mismas al pensar que el conocimiento por sí solo es suficiente. Pero no importa cuánto conocimiento una persona tenga, sino está dispuesta a a aplicarlo, lo único que ha hecho es engañarse a sí misma.

 

Así que quiten de su vida todo lo malo y lo sucio, y acepten con humildad la palabra que Dios les ha sembrado en el corazón, porque tiene el poder para salvar su alma. No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. Santiago 1: 21-22 NTV

 

Todos los días interactuamos con personas que se engañan a sí mismas. Porque piensan que son más inteligente de lo que realmente son. Algunos saben cómo entrenar a un equipo mejor que el entrenador. Otros saben cómo correr un país mejor que el presidente. Algunos saben cómo edificar una iglesia mejor que un apóstol. Cuando nos encontramos con personas que de una manera u otra se han engañado a sí mismas son fáciles de identificar. La única vez que se nos hace difícil identificar a la persona que se engaña a sí misma es cuando esa persona es uno mismo. Es fácil ver el engaño en los demás pero que difícil es verlo en uno mismo.

 

Santiago nos dice que estamos pagando un precio muy alto en nuestras almas por habernos engañado a nosotros mismos en creer que escuchar la palabra de Dios es suficiente. En el primer siglo la gente escuchaba, estudiaba y se memorizaba la palabra de Dios diariamente. Para muchos de ellos era una experiencia espiritual. Lo mismo es cierto hoy en día, la gente se presenta a la iglesia para escuchar la Palabra de Dios y para ellos es una experiencia espiritual. La escuchan y sienten convicción y se arrepienten, luego pasan al altar para pedirle a Dios que los perdone pero luego salen de la iglesia, se van a sus casas y nunca se aplican la palabra de Dios que aprendieron. Santiago dice que lo único que esa persona ha hecho es engañarse a sí misma. Santiago dice que no hay manera de que solo escuchando la palabra de Dios podamos salvar nuestras almas si no la aplicamos.

 

Como escribí anteriormente, siempre es más fácil ver el auto engaño en los demás y difícil de verlo en nosotros mismos. Pero si después de leer este devocional de hoy piensas que lo que escribió Santiago no tiene nada que ver contigo lo más probable es que te estás auto engañado.

 

Padre Celestial gracias porque me alertas para que no me auto engañe pensando que es suficiente con escuchar tu palabra. Ayúdame a ponerla en práctica para que puedas salvar mi alma.