Esperanza Viva
La esperanza es parte de la infancia de todo ser humano, porque cada niño nace con la esperanza de que algún día va a lograr, alcanzar y hacer cosas importantes y de gran valor para su vida. En el caso de las niñas, generalmente involucra la belleza, el ser mamás, maestras, enfermeras; en el caso de los niños se trata de ser héroes, alcanzar logros y conquistas.
Pero primero me gustaría definir lo que es esperanza, que no es otra cosa que nuestro deseo de que algo suceda, mas sin embargo no tenemos ninguna garantía de que va a suceder. A medida que pasa el tiempo las desilusiones que sufrimos en la vida van agotando nuestras esperanzas, la separación de los padres, ¡que desilusión! El negocio que fracasó, el tener que abandonar nuestro país de origen, enfermedades padecidas por nosotros o por personas que amamos, el dolor de la muerte de seres queridos; en fin, todas esas de desilusiones poco a poco van acabando con nuestras esperanzas y aunque tratemos de mantener una actitud positiva, en el fondo sabemos que ya hay cosas que simple y sencillamente son imposibles y esto da paso a que nuestra esperanza muera.
Para algunas personas el vivir sin esperanzas se ha convertido en algo normal, el panorama se va poniendo de mal en peor, puede que digas que nunca será como antes y que ya es tarde para ti, estás cansado y te quieres rendir. Pero dale un vistazo a las palabras que escribió el apóstol Pedro.
1 Pedro 1: 3-4 NVI
¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable.
El apóstol Pedro presenció la pesca milagrosa cuando se encontró por primera vez con Jesús, caminó sobre las aguas, estuvo presente en la transfiguración de Jesús, declaró que Jesús era el Hijo de Dios; sin embargo cuando Jesús murió en la cruz se marchó perplejo preguntándose que había sucedido. Todas sus esperanzas fueron removidas en un instante.
Los discípulos hablando de la muerte de Jesús decían:
Nosotros abrigábamos la esperanza de que era él quien redimiría a Israel. Es más, ya hace tres días que sucedió todo esto. Lucas 24:21NVI
La esperanza de ellos había muerto con la crucifixión de Jesús. ¡Pero al tercer día Jesús resucitó! Y el mismo Pedro ahora declaraba que su esperanza estaba viva. Gracias a la resurrección ahora todo cambió, porque ahora nuestra esperanza no están basadas en las circunstancias de la vida sino en Jesús, quien al resucitar se remonto por encima de todas nuestras circunstancias.
Un segundo porque las noticias se ponen aun mejores. ¡Nosotros también, los que creemos que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos, podemos, no sólo tener esperanza, sino también tener fe!
¿Y sabes que es fe? La fe es nuestra esperanza garantizada a través de la resurrección de Jesús.
1 Pedro 1:21
Por medio de él ustedes creen en Dios, que lo resucitó y glorificó, de modo que su fe y su esperanza están puestas en Dios.
Es SIMPLE, nuestra esperanza no está puesta en las circunstancias, nuestra esperanza, y ahora nuestra fe, están puestas en Dios, quien resucitó a Jesús de entre los muertos.
Padre Celestial gracias porque a través de la resurrección de Jesús yo puedo tener una esperanza viva, y mejor aún la fe, de que tú eres quien dices que eres y que harás lo que has dicho que vas a hacer. Gracias de nuevo Jesús, porque antes de conocerte mi esperanza estaba muerta y ahora vive gracias a ese gran evento.
Robert Cruz Jr.
Bobby Cruz Jr. became Senior Pastor of CDA Miami in 1999, continuing the work that his father, Bobby Cruz began in 1980. Bobby Jr. is an engaging speaker whose passion is to lead people in a growing relationship with Jesus. He has five children and he lives with his wife Ana in Doral, FL.