Jueves, 24 de noviembre

 

Tanto en mi vida como en la tuya han habido mucha personas que en el pasado nos ayudaron a avanzar. Hubieron personas que invirtieron su tiempo, dinero, conocimientos y recursos personales en nuestras vidas. Hubieron personas que nos estimularon, nos desafiaron, oraron por nosotros y también nos sostuvieron en momentos difíciles. Quienes somos hoy día y lo que hemos logrado es un resultado directo de las personas que nos ayudaron a salir adelante en esta vida. Pero con demasiada frecuencia se nos olvida detenernos y expresar nuestro agradecimiento; A menudo olvidamos detenernos para decir ¡GRACIAS!

 

En la historia de Jesús y los diez leprosos, Jesús los sanó a todos por igual, pero sólo uno de ellos paró lo que estaba haciendo para devolverse y decirle a Jesús: ¡gracias! Los otros nueve estaban tan ocupados con sus nuevas vidas y su gran bendición que no tenían tiempo para devolverse y dar las gracias.

 

Apocalipsis 11:17 NLT

 “Te damos gracias, Señor Dios, el Todopoderoso, el que es y que siempre fue…”

 

En este Día de Acción de Gracias me gustaría hacer una pausa y aprovechar esta oportunidad para decir “gracias”. Gracias a mis padres, mis hermanas, mi esposa, mis hijos y toda mi familia. También me gustaría decirle gracias a mis amigos que me son tan queridos. Me gustaría dar las gracias a todos los congregantes, voluntarios, líderes y trabajadores de Casa De Alabanza que durante los últimos quince años me han permitido el privilegio de servir como su pastor, ¡Gracias! Y un agradecimiento muy especial a todos ustedes que a diario leen estos devocionales.

 

A pesar de que todavía tengo mucho por caminar, cada uno de ustedes me ha ayudado a crecer y avanzar en esta vida, sin ustedes no habría logrado lo que he logrado y no me hubiese convertido en el hombre en el que me he convertido. ¡Gracias! Pero no podría terminar sin expresar mis más profundos agradecimientos a mi Padre Celestial, Mi Señor y Salvador Jesús y el Espíritu Santo, Gracias, gracias, gracias!

 

Sí Padre Celestial, muchas gracias por todo lo que has hecho y sigues haciendo en mi vida, gracias por Salvarme Jesús, gracias por permitirme el privilegio de servirte y también gracias por cada persona que has puesto en mi vida, mi familia, mis amigos y mis hermanos de la fe. Sin ti y sin ellos no sería la persona que soy, gracias de nuevo por tu gran amor y por extender tu gracia sobre mi vida.

Quisimos detenernos un minuto para decir, !GRACIAS!