Gran Propósito, Gran Fe – Bobby Cruz Jr

http://i799.photobucket.com/albums/yy280/ICAdoral/Born%20for%20this%20DEVOTIONAL%20banner_zpsngjdzfbm.jpg

 

 

Viernes, 26 de febrero

Nada tiene más potencial de desafiar tu fe que caminar en el propósito divino de Dios para tu vida. Intentar cumplir un propósito requiere fe; Intentar cumplir el propósito de Dios para tu vida va a requerir aún mucha más fe. El propósito divino de Dios va a probar y llevar tu fe al extremo.

Yo tenía once o doce años cuando me di cuenta de que Dios me creó con algún con un propósito divino. Recuerdo que mientras caminaba al colegio pensaba, ¡Guau! ¡Realmente Dios existe y tiene un plan para mi vida! También recuerdo haber oído que el propósito de Dios iba a requerir que le entregara mi vida a Él. En otras palabras, que su propósito requeriría fe; tendría que confiar en lo que Dios quería hacer con mi vida en vez de lo que yo quería hacer con ella. El propósito de Dios iba a requerir que yo confiara en Él con todo lo que tenía. Decidí que lo mejor que podía hacer era depositar mi confianza en Dios, así que le entregué todo lo que tenía, que como te podrás imaginar a los once años de edad no era mucho.

Como adulto es fácil ver que Dios me ha bendecido grandemente por haber escogido confiar en Él entregándole mi vida, ósea lo poco que tenía. De niño, el entregarme al propósito de Dios no requería una gran cantidad de fe. Pero como les mencioné, hoy he sido grandemente bendecido por Dios, tengo una familia, una casa, un par de autos, un negocio, una cuenta bancaria, y muchas otras posesiones valiosas. Como adulto el entregarme de lleno a su propósito reta mi fe hasta el punto del agotamiento. Una cosa es buscar el propósito de Dios y entregarse de lleno cuando lo único que tienes es un par de juguetes y pocas responsabilidades. Loco como puede sonar, es más difícil caminar en fe cuando tu fe en Dios y el seguir su propósito comienza a producir bendiciones. Es ahí donde viene la tentación de mover la fe del Dios que te bendice para depositarla en las bendiciones que Dios te dio. Como adultos, el movernos hacia delante en el propósito de Dios requiere de gran fe.

Efesios 4: 13-15 NTV

Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo. Entonces ya no seremos inmaduros como los niños. No seremos arrastrados de un lado a otro ni empujados por cualquier corriente de nuevas enseñanzas. No nos dejaremos llevar por personas que intenten engañarnos con mentiras tan hábiles que parezcan la verdad. En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia.

Nuestra habilidad de cumplir el propósito de Dios para nuestras vidas depende de que nuestra fe haya crecido y madurado. La verdad es que es más fácil tener fe en Dios cuando no tenemos mucho que perder. Pero cuando tu fe se convierte en bendiciones visibles y tangibles viene la tentación de cambiar de estrategia y tomar el control. ¡Grave error!

Padre Celestial sé que hay gran bendición cuando decido seguir tu propósito y deposito mi fe en ti, pero también sé la tentación que representa de mover mi fe en ti para ponerla en las bendiciones que Tú me has dado. Te pido que me des la madurez y crecimiento necesario para siempre mantener mi fe en ti para que crezca cada día más.