La decision es tuya

 

 

Viernes, 10 de agosto de 2018

 

Todo el mundo quiere ser feliz sin importar adonde haya nacido o lo que cree. Apuesto que lo que más impacta las decisiones importantes de tu vida es tu deseo de ser feliz. Pero la felicidad no te va a caer del cielo, porque la felicidad es una serie de decisiones voluntarias.

 

 

Es la decisión de aceptar la Realidad

 

Es decidir admitir tus heridas, complejos y malos hábitos, los cuales no te permiten se plenamente feliz. Es reconocer que algunos de tus defectos están fuera de tu control y que por más que quieras cambiar no eres capaz de lograrlo.

 

Es la decisión de la Esperanza

 

Es decidir creer fervientemente en la existencia de Dios, en que Él se preocupa por ti y en que tiene el poder para ayudarte, después de todo Él te creó y te programó para ser feliz.

 

Es la decisión de Comprometerte

 

Es conscientemente comprometer cada área de tu vida y tu voluntad al cuidado y control de Dios. Dios no sólo te programó para ser feliz, sino que también Él sabe exactamente cómo conducirte a la felicidad.

 

Es la decisión de Limpiar la Casa

 

Es escoger abierta y honestamente examinar tu vida y confesarle tus faltas a Dios, y a alguien en quien puedas confiar.

 

Es la decisión de ser Transformado

 

Es voluntariamente someterte a todos los cambios que Dios quiere hacer en tu vida y humildemente pedirle que corrija todos tus defectos de carácter.

 

Es la decisión de evaluar todas tus Relaciones

 

Es decidir examinar todas tus relaciones y ofrecer perdón a aquellos que te han hecho daño. Y es decidir pedirle perdón a los que tú has herido y cuando sea posible restituir el daño que causaste.

 

Es la decisión de Crecer

 

Es escoger programar un tiempo a diario para estar a solas con Dios y así auto examinarte, leer la Biblia y orar para que Dios te dé la sabiduría necesaria para conocer Su voluntad para tu vida y el poder para poder ejecutarla.

 

Es la decisión de Compartir

 

Ser plenamente feliz es escoger reciclar tu dolor voluntariamente cediendo tu vida a Dios para ser un instrumento que pueda llevar las buenas nuevas de esperanza, salvación y felicidad a otros al contarles lo que Dios ha hecho en tu vida.

 

Padre Celestial ahora que tengo el conocimiento de estas ocho decisiones sanadoras que son vitales para poder ser feliz, te pido que me ayudes a poner en práctica cada una de ellas, a través de las últimas semanas me has enseñado la importancia que tiene cada uno de estos pasos y deseo vivir aplicándolos en mi vida, porque la felicidad se trata de una serie de decisiones voluntarias que me llevan a ella. Gracias por mostrarme el verdadero camino a la felicidad.