La gracia es la regla

 

 

Martes 11 de diciembre de 2018

 

 

Todos somos juzgados por nuestras obras y todos juzgamos a los demás en base a sus obras. Desempéñate bien y recibes las recompensas, desempéñate de mala manera y atente a las consecuencias. Desde el día en que nacemos hasta el día en que morimos, nuestras vidas serán juzgadas y juzgaremos a los demás basándonos en lo bien o mal que hayan actuado. Ahora Imagínense por un segundo un mundo en el que nadie sea juzgado por sus acciones, eso acabaría siendo un mundo injusto y sin equidad. Es por esto que desde el momento en que nacemos nuestros padres nos disciplinaban y estimulaban a que actuásemos correctamente. Es por eso que nos dijeron que Santa Claus tiene una lista de quienes se portan bien y quienes se portan mal. Es por eso que si creciste en un ambiente religioso probablemente te dijeron que fueras bueno porque Papá Dios te estaba mirando.

 

En nuestro mundo, el sistema basado en el desempeño tiene sus excepciones. Tal vez ibas manejando tu auto a 5 MPH por encima del límite de velocidad y un policía te detuvo y por gracia te dejó ir con solo una advertencia. Tal vez estabas $50.00 cortos para alcanzar tu meta de ventas y tu jefe por gracia te dio el bono. O tal vez estuviste unos días atrasado en tu pago de la hipoteca, pero el banco te concedió un período de gracia y te perdonó la multa. En el sistema de desempeño la gracia es la excepción y no la regla, pero en nuestra relación con Dios la gracia siempre es la regla y nunca la excepción.

 

Sin la gracia nadie podría ser lo suficientemente bueno como para alcanzar una relación justa con Dios. Si es así, por favor díganme, ¿qué tan bueno debo ser? ¿Cuántas reglas de Dios necesito guardar? ¿Cuántas buenas acciones? ¿Cuántos pecados me están permitidos? ¿En qué punto mis malas acciones me descalifican? Y por cierto, ¿cómo llegó al cielo el criminal crucificado junto a Jesús? Él no tenía buenas acciones y muy probablemente había roto todas las leyes de Dios. El problema con un sistema de desempeño en cuanto a nuestra posición con Dios es que no hay manera posible de que podamos a través de nuestras obras alcanzar una posición correcta con Él. Es por esto que se trata de gracia.

 

Efesios 2:8-9

 

Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.

 

Padre Celestial que gratificante es saber que aunque el mundo me juzgue por mis acciones y yo haga lo mismo con los demás Tú no eres así; Tú siempre me das lo que no merezco, tu increíble y maravillosa gracia. Te alabo y te bendigo y no me canso de decirte cuán agradecido estoy a ti por ser un Dios tan bueno que no me juzga según mis acciones, sino que me ama de manera incondicional y me extiende su gracia todos los días de mi vida.