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Jueves, 17 de marzo

 

¿A quién le pertenece tu corazón?

 

La meta de Dios siempre ha sido y será el de capturar nuestras mentes y nuestros corazones. Es a través del hacer nacer en ti una visión de lo que pudiera y debería ser tu vida que Dios capta tu mente, pero es a través de nuestros riesgos y sacrificios por la visión que Dios obtiene lo que más desea, nuestros corazones.

 

Cuando Nehemías llegó a Jerusalén les pintó una imagen para que ellos pudiesen imaginar lo que pudiera y deberían ser sus vidas y de esa manera logró captar sus mentes. Pero Nehemías entendía que para poder llevar a cabo la visón también necesitaría para captar sus corazones. Él sabía que si las personas sacrificaban sus bienes personales por la visión eventualmente lograría obtener sus corazones.

 

Mateo 6:21 NVI

 

Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

 

La razón por la que los sacrificios son la llave a través del cual tu Padre Celestial obtiene tu corazón está directamente ligada a este principio que Jesús nos enseñó. Que, en donde está tu tesoro ahí va tu corazón. La razón es que tus tesoros y tu corazón están directamente atados. Si realmente quieres saber a qué estás comprometido, lo único que necesitas hacer es mirar el estado de cuenta de tus tarjetas de crédito y lo que está en tu agenda. La manera en que manejas tu dinero y tu tiempo son el indicador más preciso de cuáles son tus valores y prioridades; es el indicador más exacto de donde está tu corazón. Por esta razón, en algún momento Dios te pedirá que tomes riesgos y sacrificios para el bien de la visión que Él ha depositado en ti. Porque Dios sabe que su propósito divino no capturará tu corazón si tus tesoros se encuentran en otras partes.

 

Es cuando física y financieramente tomas riesgos y sacrificios que te has comprometido con Dios. Y es a través de cada uno de esos sacrificios que estarás cada vez más y más consciente de tu dependencia en tu Padre Celestial. Porque ahora tu futuro está en sus manos y si Dios no se hace presente sabes que estás en graves problemas . Pero es a través de cada sacrificio que descubrirás lo que descubrió el pueblo en Jerusalén, que los riesgos y sacrificios no sólo son una invitación a la intervención divina, sino que también determinarán a quién le pertenece tu corazón.

 

Padre Celestial Tú eres mi mayor tesoro y deseo que cada vez más mi corazón corra hacia ti y hacia el propósito divino por el cual me creaste, ayúdame a través de todo lo que Tú me has dado, a que esto sea una realidad palpable en mi vida. Sé que es sólo a través de los riesgos y sacrificios que tomo por amor a ti que realmente me comprometo contigo.