Viernes 23 de noviembre de 2018.

 

 

Un gran matrimonio no es algo que sucede por casualidad. Un gran matrimonio requiere que dos personas se reconozcan y se aprecien el uno al otro. Las parejas felices priorizan dar gracias por encima de las quejas. Las parejas felices reconocen que las expectativas crean una relación de deuda y deudor, el tipo de relación que poco a poco exprime el amor y la alegría que inicialmente los unió.

 

Las parejas felices no permiten que sus deseos y sueños se conviertan en expectativas. Entienden que los grandes matrimonios no son el resultado de una relación contractual basada en la repartición de trabajos. Las parejas felices entienden que los grandes matrimonios más bien reflejan una relación de pacto. Una relación en la que deciden que les deben todo a sus parejas y que ellos no les deben nada a cambio.

 

Las parejas felices saben que lo que se aprecia también se repite. Entienden que expresar aprecio hará que sus parejas estén más inclinadas a repetir esas buenas obras. Entienden que cuando no dan las gracias, la persona no se siente apreciada y estará más inclinada a no repetir las buenas obras. Las parejas felices también entienden que el aprecio rara vez se expresa en la relación donde cada parte hace lo que se espera que haga. Saben que eliminando las expectativas crean la oportunidad de ser apreciados, porque si todos hacen lo que se supone que deben hacer, nadie recibe crédito por eso. Ahora, cuando hacen lo que hacen, no se percibe como un pago por una deuda, sino más bien como un acto de bondad y amor. Y la amabilidad y el amor siempre deben ser apreciados.

 

Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son sus hijos queridos. Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios.     – Efesios 5: 1-2 MSG

 

Las parejas felices siempre aprecian todo lo que sus cónyuges hace por ellos, continuamente dan gracias y siempre muestran aprecio. Las parejas felices no salen a buscar lo que sus parejas hacen mal para luego quejarse. Más bien buscan lo que sus parejas hacen bien para apreciarlas y darles las gracias. Dan gracias por los gestos más pequeños pero también por los sacrificios más grandes. Las parejas felices son parejas agradecidas.

Gracias Padre Celestial por mostrarme la importancia de ser agradecido con mi pareja, porque al no tener expectativas de ella puedo agradecer cada gesto que tiene conmigo, desde los más pequeños hasta los más grandes. Perdóname por las veces que no he sido agradecido y ayúdame a cada día de mi vida apreciar todo lo que hace por mí, sin esperar nada a cambio.