Los Temores – Bobby Cruz Jr.

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Jueves, 14 de abril

 

¿Y si?

¿Y si me quedo en esta relación pero las cosas no cambian? Sé que esta no es la persona adecuada para mí, pero ¿y si nadie más aparece? Sé que yo debería de dejar este trabajo pero ¿y si no encuentro otro? ¿Y si no me contesta? ¿Y si no se me presenta una mejor oferta? ¿Y si no puedo?

 

Toda persona que esté dedicada a hacer algo importante siempre va a tener que luchar contra las distracciones si quiere terminar lo que empezó. De la misma manera, cualquier persona que esté comprometida a vivir dentro de los planes y propósitos de Dios también va a tener que luchar contra las distracciones. Nuestras vidas están llenas de distracciones y el objetivo de todas ellas es causar que dejemos de dedicarnos a lo que es más importante para dedicarnos a lo que es menos importante.

 

Nehemías y el pueblo de Jerusalén decidieron que lo más importante para ellos era dedicarse a reconstruir los muros de Jerusalén. Ellos concluyeron que la ciudad y las personas que representaban a Dios ya no podían vivir en ruinas y en vergüenza. Pero tan pronto como comenzaron a reconstruir, una avalancha de distracciones vinieron sobre ellos. Algunas distracciones venían en forma de amenazas, otras como oportunidades y algunas en forma de falsos rumores. Pero la última vino disfrazada de temor.

 

Nehemías 6: 10-13 NVI

10 Fui entonces a la casa de Semaías, hijo de Delaías y nieto de Mehitabel, que se había encerrado en su casa. Él me dijo: «Reunámonos a puerta cerrada en la casa de Dios, en el interior del templo, porque vendrán a matarte. ¡Sí, esta noche te quitarán la vida!» 11 Pero yo le respondí: —¡Yo no soy de los que huyen! ¡Los hombres como yo no corren a esconderse en el templo para salvar la vida! ¡No me esconderé! 12 Y es que me di cuenta de que Dios no lo había enviado, sino que se las daba de profeta porque Sambalat y Tobías lo habían sobornado. 13 En efecto, le habían pagado para intimidarme y hacerme pecar siguiendo su consejo. De este modo podrían hablar mal de mí y desprestigiarme.

 

Antes de esto, Sanbalat había intentado distraer a los trabajadores burlándose de ellos y aún amenazándolos. Pero al ver que continuaban trabajando y que ni las burlas ni las amenazas habían logrado detenerlos, decidió enfocar sus esfuerzo por detener la obra directamente a través de Nehemías. Decidió que lo único que le quedaba por hacer era distraer a Nehemías. Así que decidió asustarlo haciéndole pensar que un asesino venía a matarlo. Y aunque no era cierto, la meta era distraerlo para que no pudiese completar la obra.

 

Alguien dijo una vez: “Si no tienes algo por lo cual estés dispuesto a morir entonces no tienes nada por lo cual valga la pena vivir”.” Este fue el caso de Nehemías, su pasión por lograr el propósito de Dios superaba su necesidad de preguntarse “¿Y si?”. En el momento que decides dedicarte a cumplir el propósito de Dios para tu vida te vendrá la incertidumbre; y los ¿Y si? son siempre terreno fértil para los temores.

 

Cuando vengan los temores recuerda que Dios siempre cumple su propósito, recuerda que lo que Él comienza siempre lo termina. Por lo tanto, no permitas que tus temores te distraigan. La Biblia dice que si Dios es con nosotros ¿quién contra nosotros? Por esto, cuando los temores traten de distraerte, en lugar de preguntarte: ¿Y si? Mejor responde como lo hizo Nehemías:

—¡Yo no soy de los que huyen! ¡Los hombres como yo no corren a esconderse en el templo para salvar la vida! ¡No me esconderé!

 

Padre Celestial no tengo que esconderme porque Tú eres mi refugio y cuando personas o situaciones amenazantes vengan a mi vida sólo tengo que recordar tu fidelidad para conmigo. Gracias por tu inmenso amor y por recordarme que Tú eres más grande que cualquier circunstancia y los ¿y si? no tienen cabida en mi vida.