Un Mundo Sin Gracia
Viernes, 22 de diciembre
Lo único que tienes que hacer es encender las noticias para ver un mundo caracterizado por la violencia, las guerras, el terrorismo, los pleitos, la hostilidad política, los conflictos religiosos, el deterioro moral y una sociedad carente de gracia. La buena noticia es que la Navidad es un constante recordatorio de que Dios envió a su Hijo Jesucristo a un mundo sin gracia, no para condenarlo, aunque eso era precisamente lo que merecíamos, sino más bien para salvarlo, sacrificando a su Hijo en el lugar que nos correspondía a nosotros. Pero desafortunadamente por causa de argumentos religiosos y teológicos acerca de la verdad el mensaje de la gracia se ha diluido en muchas organizaciones cristianas y por lo tanto a través del mundo también.
Juan 1: 14,16,17
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia, pues la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
Lamentablemente muchos cristianos consumen una gran cantidad de recursos y emociones discutiendo y presentado la versión de lo que ellos perciben como la verdad. No es raro escuchar o leer las discusiones y oposiciones teológicas de diferentes denominaciones, argumentan con el fin de probar que ellos tienen un mejor sentido de la aplicación de las leyes de Dios. Lo que es raro ver son iglesias compitiendo para ver cuál de ellas puede otorgar más gracia, lo que es raro es encontrar cristianos dispuestos a ofrecer gracia sobre gracia.
Escribo no como quien desea entrar en las batallas teológicas de doctrinas bíblicas, escribo como una persona que ha sido un recipiente diario de la gracia de Dios. Y escribo como una persona que continuamente está siendo tentado a permitir que la verdad se convierta en una excusa religiosa para no tener que ofrecer gracia sobre gracia. A través de aproximadamente 40 años de haber conocido a Jesús he descubierto lo que muchos de ustedes también descubrieron y otros también descubrirán, que es mucho más fácil recibir gracia que tener que darla.
En un mundo caracterizado por la falta de la gracia, la historia de la Navidad es un constante recordatorio del precio tan alto que Dios tuvo que pagar para que pudiésemos ser recipientes de su gracia. Cuando pienso en mi pasado, de donde vengo, esto me hace recordar que la gracia que he recibido de parte de Dios es un regalo no merecido y no hay manera alguna de que yo pudiese merecer tan inmenso regalo. El hecho es que la gracia de Dios viene de forma gratuita, pero al precio más alto imaginable, la vida de Jesús entregada en la cruz en lugar de la mía. Mi esperanza y deseo es que yo pueda constantemente dar por gracia lo que por gracia he recibido. Y le pido a Dios que tú que has sido también un recipiente de la gracia de Dios hagas lo mismo.
Padre Celestial no había nada en este mundo que yo pudiese hacer para merecer lo que Jesús hizo por mí, pagaste un precio muy alto Señor y me diste salvación por gracia, por si esto fuese poco me sigues dando gracia sobre gracia cada día de mi vida, pero con esto viene también la gran responsabilidad de yo hacer lo mismo con los demás. Ayúdame a ver a las personas con el mismo amor que tú las ves y darles la gracia que tú me extiendes a mí.
Robert Cruz Jr.
Bobby Cruz Jr. became Senior Pastor of CDA Miami in 1999, continuing the work that his father, Bobby Cruz began in 1980. Bobby Jr. is an engaging speaker whose passion is to lead people in a growing relationship with Jesus. He has five children and he lives with his wife Ana in Doral, FL.