Mi nombre es

 

 

Martes 30 de octubre del 2018

 

Mi nombre de nacimiento es Robert Cruz Jr., pero la verdad es que a menos que alguien esté leyendo mi nombre en una lista, nadie me llama por ese nombre. Mi madre me llama hijo, mi padre me llame BJ, mi esposa me llama gordo, mis hijos me llaman papá, la mayoría de mis amigos me llaman Juju, y algunos me llaman Bobby, pero la mayoría de las personas con las que interactúo me llaman pastor.

 

¿Como te llaman los demás?

En el Antiguo Testamento los nombres no se daban con el propósito de distinguir a una persona de la otra. En el Antiguo Testamento los nombres que se daban eran equivalente a la persona misma. El nombre hablaba del propósito, carácter, reputación, autoridad y valor de una persona. Siendo este el caso, imagínate cómo se tenía que haber sentido Rahab, porque en algún momento de su vida su nombre pasó de ser Rahab a Rahab la ramera.

 

Fue por la fe que Rahab, la prostituta, no fue destruida junto con los habitantes de su ciudad que se negaron a obedecer a Dios. Pues ella había recibido en paz a los espías. Hebreos 11:31 NT

 

¿Cómo te llamas a ti mismo?

Una cosa es el nombre que te dieron tus padres, otro es por el que las personas te llaman, y está entonces el nombre por el cual tú te llamas a ti mismo. Algunas veces cuando estoy en la cama en el silencio de la noche mi nombre tiende a ser muy diferente al que mis padres me dieron y a como me llaman los demás. A veces mi nombre pasa a ser incompetente, inconstante, mal agradecido etc.

 

¿Cómo te llama Dios?

En el libro de Apocalipsis, capítulo 2, Dios dice que a los que vencen Él mismo les dará un nombre nuevo. Rahab la prostituta decidió poner su fe, no en su nombre, sino en el nombre de Dios y Dios la libró de la destrucción que le sobrevino a la ciudad de Jericó, pero también le dio un nuevo nombre. Ella pasó de ser Rahab la prostituta a ser llamada una de las tátara abuelas de Jesucristo, el Hijo de Dios. En el libro de Mateo Rahab aparece en el linaje directo de Jesús. Después de salir de Jericó se casó con un hombre hebreo llamado Salmón y el resto es historia. Su fe en Dios causó que fuese victoriosa y a través de esa victoria alcanzó un nuevo nombre. Ahora Salmon la llama su esposa, Booz la llama mamá y Jesús la llama tátara abuela. Y Dios la llama hija.

 

¿Cómo quieres que te llame Dios?

Si al igual que Rahab decides depositar tu fe en Dios, Él te llamará, redimido, amigo, hijo, hija, esposa, santo o santa; y estos son tan sólo algunos de los muchos nombres nuevos que Dios tiene para ti.

 

Padre Celestial te doy las gracias primeramente por escribir mi nombre en el libro de la vida eterna cuando le entregué mi vida a Jesús, pero también te doy las gracias por cada uno de esos nombres nuevos que me has dado, porque no importa cuántos nombres feos yo misma o los demás me pongan, contigo cada nombre que me has dado es una prueba más de tu gran amor por mí.