Mi Propia Identidad, Tentaciones 3

 

 

 

 

 

 

Miércoles, 04 de abril del 2018

 

Las tentaciones no son nada nuevo, han sido parte de nuestras vidas desde la creación del hombre. Lo interesante es que lo que es de tentación para mí no necesariamente es de tentación para ti. Pero a pesar de que nuestras tentaciones son diferentes, hay un par de cosas comunes en todas ellas. Primero, todas las tentaciones residen dentro de nosotros y segundo, todas las tentaciones son alimentadas por información engañosa, falsedades y/o mentiras. Así que la mejor manera de superar cualquier tentación es identificar el engaño y luego reemplazarlo con la verdad específica que le corresponde.

 

Mateo 4: 5-6 NVI

Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa e hizo que se pusiera de pie sobre la parte más alta del templo, y le dijo: —Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Porque escrito está: “Ordenará que sus ángeles te sostengan en sus manos, para que no tropieces con piedra alguna.”

 

En el pasaje que acabamos de leer el diablo llevó a Jesús a la ciudad santa para tentarlo y parte de la tentación era decirle, “si eres hijo de Dios” entonces pruébalo. Y como parte de la tentación le citó el Salmo 91 cuando le dijo, Dios te prometió que enviaría a sus ángeles para rescatarte. Si de verdad eres el Hijo de Dios, entonces anda prueba que tú eres quien dices que eres.

 

La mentira detrás de las tentaciones: Jesús, tienes que probarte a ti mismo.

Jesús, necesitas establecer tu propia identidad y necesitas hacer algo para que todos reconozcan quien eres. Nosotros a menudo también sentimos esta misma tentación, la tentación de probar que somos alguien; la tentación de establecer nuestra propia identidad. Y cuando esto sucede nos empezamos a preocupar por cosas que tienen menos valor, tales como adonde vivimos, como nos vestimos, y todo esto en busca de reconocimiento. Cuando más bien deberíamos estar buscando reflejar la identidad de Dios. Ahora bien, no es suficiente el solo identificar la mentira tras la tentación, también tenemos que reemplazarla con la verdad específica correspondiente.

 

Mateo 4: 7 NVI

 —También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le contestó Jesús.

 

La verdad específica correspondiente: La obediencia a Dios es más importante que el reconocimiento.

Sí, por supuesto que Jesús tenía el poder y la habilidad de probar que Él era el Hijo de Dios. El problema es que Dios no le dio su poder para reconocimiento propio; Dios le dio todo su poder, talentos y habilidades para que a través de ellos llevase al mundo a reconocer quien es Dios. Por esto es que Jesús identificó la mentira y luego la reemplazó con la verdad que le corresponde. De la misma manera en nuestras tentaciones debemos identificar la mentira y luego reemplazarla con la verdad correspondiente; Que en este caso es que desde la perspectiva de Dios la obediencia es mucho más importante que el reconocimiento.

 

Padre Celestial enséñame a identificar la mentira que se esconde en cada tentación que tengo que enfrentar para que pueda reemplazarla con la verdad correspondiente. Ayúdame a vivir bajo tu perspectiva, sabiendo que la obediencia a ti tiene muchísima más importancia que cualquier reconocimiento que yo pueda obtener.