Misión Imposible III

 

 

 

Miércoles 01 de febrero

 

¿Y si?

 

Los humanos somos extraños; venimos a Dios y le presentamos nuestros problemas morales, legales, físicos, financieros y relacionales, pero ya sabiendo cómo queremos que Él los resuelva. No venimos buscando su dirección, más bien venimos buscando su ayuda. Por ejemplo, María está teniendo problemas con su novio y Dios la dirige a salirse de esa relación, pero María escoge ignorar a Dios porque lo que ella quiere es que Dios cambie a su novio. Les doy otro ejemplo. Juan está teniendo problemas en su matrimonio y quiere salirse de la relación y se acerca a Dios y le da todas las razones por las que se debería divorciar. Sin embargo Dios le dice a Juan, “no quiero que te salgas de tu matrimonio, lo que quiero es que ames a tu esposa de la manera que Jesús amó a la iglesia.” Un ejemplo más, el Sr. y la Sra. García están teniendo dificultades financieras porque el Sr. García perdió su trabajo. Así que oran y Dios los invita a ser fieles en dar. Pero ellos esperaban que Dios los iba a bendecir dándole al Sr. García un nuevo trabajo y que pagase más que el anterior. Cuando nos ocurren cosas como estas, nuestra tendencia es de preguntarnos, ¿y si? ¿Y si no encuentro otro novio? ¿Y si me quedo atrapado en este matrimonio horrible? ¿Y si no podemos pagar nuestras cuentas?

 

Quizás sea que Dios te esté llamando a hacer algo que desde tu punto de vista es simplemente imposible, como orar por alguien que tiene una enfermedad terminal o algo tan descabellado como caminar sobre el agua. Así que analizas tus habilidades, conocimientos y recursos y concluyes que Dios tiene que estar equivocado porque yo no soy la persona indicada para esta tarea. Y de nuevo, ¿Y si? ¿Y si oro por la persona y no se sana? ¿O, y si me salgo del bote y me hundo?

 

Mateo 14:28-31 NLT

 

Entonces Pedro lo llamó: —Señor, si realmente eres tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua.  —Sí, ven —dijo Jesús. Entonces Pedro se bajó por el costado de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús, pero cuando vio el fuerte viento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse.

—¡Sálvame, Señor! —gritó. De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró.

En un mundo lleno de incertidumbres puedes estar seguro de que cuando Dios te pide que hagas algo que no tiene sentido o cuando te pide que hagas algo que es imposible, puedes caminar con toda la certeza de que Él te dará los recursos y el poder necesario para cumplir con lo que Él te pide que hagas. Tu única responsabilidad es hacer todo lo que esté a tu alcance y luego Dios completará todo lo demás. Tú haz lo que para ti es posible y luego Dios hará lo que es imposible. Cuando Dios te llama a hacer algo que no tiene sentido o te parece imposible, no midas tu habilidad de cumplir su llamado basado en tus habilidades y conocimientos, más bien mide basado en las habilidades y conocimiento de Dios. Y cuando te sientas abrumado con los, ¿y si? Piensa en Pedro, que se bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua, pero cuando vio el viento y las olas, comenzó a hundirse, pero Jesús de inmediato extendió su mano y lo agarró. Cuando tu fe, por pequeña que sea, se empata con la fidelidad de Dios, aun cuando comiences a hundirte, lo imposible se hace posible.

 

Padre Celestial ayúdame a vivir completamente en paz en un mundo lleno de incertidumbre, sé que Tú me vas a mandar a hacer cosas que en mi mente limitada van a parecer imposibles o sin sentido, pero si me enfoco en quien Tú eres, un Dios poderoso y sin limitaciones, y quito mi mirada de mí mismo a través de mi fe, esa fe se va a unir con tu fidelidad haciendo que lo que a mí me parecía imposible sea posible. Gracias Señor, porque aun cuando aparto mis ojos de ti para ponerlos en la tormenta, Tú inmediatamente me rescatas y me llevas a lugar seguro.