No Tiene Sentido 3
Jueves, 26 de enero
Un plan alterno
Te duele el pecho y te sientes fatigado, piensas que quizás se trate de un problema en el corazón, por lo tanto decides visitar un cardiólogo. Después de ser examinado, el médico te dice que tienes un corazón débil y que necesitas hacer ejercicios cardiovasculares. Y piensas, con lo fatigado que me siento si hago ejercicios me va a estallar el corazón. Así que decides ignorar el consejo del médico y tomar las riendas del asunto. Esto mismo es lo que nos sucede en nuestra relación con Dios, llegamos a Él con nuestros problemas, pero cuando lo que Él quiere que hagamos no tiene sentido, tomamos el asunto en nuestras manos, e intentamos solucionar el problema por nuestra propia cuenta.
Hoy vamos a echarle un vistazo a la vida de un hombre que se llamó Guiezi. Guiezi era el siervo de un profeta hebreo y pobre llamado Eliseo. Un día, llega a su puerta un hombre muy rico llamado Naamán que había venido de una tierra lejana buscando al profeta para que orase por él debido a que sufría de lepra. Pero Eliseo no le atendió, más bien instruyó a su siervo Guiezi para que abriera la puerta y le dijera que se fuera a lavar al río Jordán. Después de seguir la instrucción que Guiezi le había comunicado, Naamán fue e hizo lo que Guiezi le había dicho y regresó con la piel como la de un niño. Y agradecido vino a ofrecerle a Eliseo algunos regalos como una manera de mostrar su agradecimiento a Dios. Pero Eliseo se negó cortésmente a aceptar cualquier regalo y poco después Naamán partió camino a su casa.
Después de que Naamán se marchó Guiezi pensó para sí, esto no tiene sentido. Somos pobres y este hombre nos ha ofrecido algunos regalos y mi amo no los aceptó. Voy a correr detrás de él para ver si me da algo. Cuando Naamán vio a Guiezi corriendo, inmediatamente se bajó de su carro y le preguntó, ¿está todo bien? A lo que Guiezi respondió, “Sí, todo está bien. Es sólo que algunos hombres llegaron a nuestra casa en necesidad y mi amo quiere saber si la oferta de los regalos sigue en pie”. A lo que Naamán respondió: “Claro que sí”. Entonces Guiezi volvió a casa y escondió los regalos para que su amo no se enterase.
2 Reyes 5:25-27 NVI
Entonces Guiezi se presentó ante su amo. ―¿De dónde vienes, Guiezi? —le preguntó Eliseo. ―Su servidor no ha ido a ninguna parte —respondió Guiezi.
Eliseo replicó: ―¿No estaba yo presente en espíritu cuando aquel hombre se bajó de su carro para recibirte? ¿Acaso es este el momento de recibir dinero y ropa, huertos y viñedos, ovejas y bueyes, criados y criadas? Ahora la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tus descendientes para siempre. No bien había salido Guiezi de la presencia de Eliseo cuando ya estaba blanco como la nieve por causa de la lepra.
Muchas veces somos culpables de cometer el mismo error que cometió Guiezi. Pensar que cuando Dios nos pide que hagamos algo que no tiene sentido podemos tener la opción de ignorarlo o crear un plan alterno. Es el decirte a ti mismo, sé que este negocio no es íntegro, pero si se me da le voy a dar a la iglesia una buena ofrenda. O, sé Señor que quieres que me salga de esta relación, pero mejor invito a la persona a la iglesia. O sé que me estás pidiendo que me quede en este matrimonio, pero me voy a divorciar y crear un hogar cristiano. Hay dos maneras de descubrir por qué Dios dice lo que dice, o puedes confiar en Dios y seguir sus instrucciones o puedes tomar el asunto en tus manos y vivir con el remordimiento de no haber confiado en el Señor desde el principio. Al final del día Dios no está buscando nuestra ayuda, lo que Él quiere más que cualquier otra cosa es nuestra confianza.
Padre Celestial ayúdame a no caer en la tentación de tomar los asuntos de mi vida en mis propias manos, ayúdame a confiar en ti en todo momento, ya sea que lo entiendo o que no lo entiendo. Deseo sobre todas las cosas amarte, obedecerte y confiar en ti, sé que es imposible que yo haga las cosas como Tú me las pides y que algo vaya mal. Gracias Amado Padre por guiar mi vida aunque para mí a veces no tenga sentido la manera como lo haces.
Robert Cruz Jr.
Bobby Cruz Jr. became Senior Pastor of CDA Miami in 1999, continuing the work that his father, Bobby Cruz began in 1980. Bobby Jr. is an engaging speaker whose passion is to lead people in a growing relationship with Jesus. He has five children and he lives with his wife Ana in Doral, FL.