Orar es simple Hora y Lugar

Si constantemente le dices a alguien que lo amas pero nunca tienes tiempo para estar con esa persona, eventualmente va a concluir que no le estás diciendo la verdad. Muchos cristianos de una manera u otra continuamente le expresan su amor a Dios, sin embargo están tan ocupados con sus vidas que nunca encuentran tiempo suficiente para estar con Él.

Hoy me gustaría hablarte sobre la oración, el pasar tiempo hablando con tu Padre Celestial. Entiendo que hablar con tu Padre Celestial puede ser una tarea difícil, después de todo, Él es espiritual y nosotros somos seres humanos. Así que a través de los próximos días vamos a estar hablando de cómo establecer una vida de oración constante.

A veces no nos damos cuenta de lo importante que es la oración para el éxito en nuestras vidas, cuando Jesús vivió en este mundo Él priorizaba la oración por encima de todo. Jesús consideraba el hablar con su Padre como algo fundamental para su éxito. A veces te dabas la vuelta y Jesús se había desaparecido. En una ocasión, la gente esperó todo el día en línea para que Jesús los sánese. Uno a uno fueron pasaron delante de Jesús y de repente Él se levantó y se marchó a pesar de que aun había un gran número de personas en fila esperando. ¿Sabes porqué Él se desaparecería? Para orar, porque Él priorizaba el hablar con su Padre Celestial por encima de cualquier otra cosa.

Todos podemos desarrollar una vida efectiva de oración, porque la oración no es tan difícil como a menudo nos imaginamos, la realidad es que es muy simple. Pero primero debes aprender a orar de la manera en que Jesús oraba. Inclusive los discípulos de Jesús, todos hombres judíos que sabían orar, se dieron cuenta de que la manera como Jesús oraba no era igual. (Lucas 11: 1) Una vez, Jesús estaba orando en cierto lugar. Cuando terminó, uno de sus discípulos se le acercó y le dijo: —Señor, enséñanos a orar, así como Juan les enseñó a sus discípulos. Una vez más la oración es simple pero primero necesitamos aprender cómo se hace. Así que vamos a seguir viendo para aprender del Maestro mismo, Jesús.

Mateo 6: 5 NTV

»Cuando ores, no hagas como los hipócritas a quienes les encanta orar en público, en las esquinas de las calles y en las sinagogas donde todos pueden verlos. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que esa.

“Cuando ores”. No le pasemos por encima a esta frase. “Cuando ores”. Estas palabras implican que se supone que debemos orar, que es algo que debemos hacer. El primer paso para comenzar una vida de oración eficiente es escoger el tiempo y el lugar.

Tiempo

Lo que piensas hacer que no programas en tu agenda siempre corre el riesgo de que no se haga. Si vas a establecer una vida de oración, dándole a Dios la prioridad en tu vida, lo primero que debes hacer es determinar cuál hora del día te funciona mejor a ti. La buena noticia es que esto no es que todos tiene que hacerlo a la misma hora. Para mí la oración es mejor a primera hora de la mañana. Pero entiendo que para algunos la mañana puede ser el momento más difícil. En realidad, no importa la hora del día que elijas, lo importante es que lo pongas en tu agenda. Cuando colocas a Dios en tu agenda del día entonces es una realidad que Dios se ha convertido en la prioridad de tu vida.

Lugar

El tiempo es importante pero también lo es el lugar. Algunas personas les gusta orar en espacios interiores, otros prefieren hacerlo al aire libre. A mí me favorece más adentro, en la sala de mi casa. He oído hablar de gente que ora en su closet, otros en su garaje e inclusive algunos en el baño.
Algo que te sugiero es que no elijas un lugar donde te puedes distraer. Por ejemplo, yo rara vez oro en mi oficina porque hay muchas cosas en mi escritorio que me pueden distraer cuando estoy hablando con mi Padre Celestial. Así que escoge el tiempo y el lugar y comienza a hablar con tu Padre Celestial.

Mañana vamos a continuar aprendiendo del maestro mismo, de Jesús; sobre porqué y cómo debemos orar.

Es simple, el orar como Jesús oraba comienza escogiendo un tiempo y un lugar para reunirte con tu Padre Celestial.

Padre Celestial te doy gracias porque Tú disfrutas pasar tiempo conmigo, gracias por ese inmenso amor que sientes por mí sin yo merecerlo, ayúdame a que cada día de mi vida yo te ponga en mi agenda y me aparte a la misma hora en un lugar donde estemos solos los dos.