Paso a Paso

La mayoría de los sucesos de nuestra vida no pasan de un momento a otro, tienen que pasar por un proceso. Por ejemplo, para graduarse de la universidad, casarse o poder comprar una propiedad hay una serie de pasos que deben cumplirse. Las cosas suceden gradualmente. Lo curioso es que cuando se trata de seguir a Jesús la mayoría de la personas piensan que es todo o nada. Pero te tengo buenas noticias, ese no es el plan de Dios para nuestras vidas. El seguir a Jesús no se trata de todas las cosas que dejamos de hacer y de todas las que debemos comenzar a hacer; se trata de simplemente tomar una serie de pasos para seguirlo sin importar donde nos encontremos.

Lucas 5: 1-11

Un día estaba Jesús a orillas del lago de Genesaret, y la gente lo apretujaba para escuchar el mensaje de Dios. 2Entonces vio dos barcas que los pescadores habían dejado en la playa mientras lavaban las redes. 3Subió a una de las barcas, que pertenecía a Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó, y enseñaba a la gente desde la barca. 4Cuando acabó de hablar, le dijo a Simón:
—Lleva la barca hacia aguas más profundas, y echen allí las redes para pescar.
5—Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada —le contestó Simón—. Pero como tú me lo mandas, echaré las redes.
6Así lo hicieron, y recogieron una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían. 7Entonces llamaron por señas a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse. 8Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo:
—¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador! 9Es que él y todos sus compañeros estaban asombrados ante la pesca que habían hecho, 10como también lo estaban Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. —No temas; desde ahora serás pescador de hombres —le dijo Jesús a Simón. 11Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, siguieron a Jesús.

Cuando leemos el último versículo, Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, le siguieron. Suena imprudente e irresponsable. Pero antes de que ellos tomasen esa decisión se cumplieron una serie de pasos: primero, Simón le concede una petición a Jesús, la de utilizar su barca. Segundo, escucharon la palabra de Dios. Tercero, Simón y los demás tomaron la sugerencia de Jesús de salir a aguas más profundas y echar las redes. En cuarto lugar, fueron testigos de una pesca milagrosa. Luego, después de toda una serie de pasos, fue que decidieron dejarlo todo y seguir a Jesús.

La razón por la que esta historia es tan importante para nosotros es que, al igual que los primeros seguidores de Jesús, todos somos diferentes. Somos personas diferentes con distintos orígenes, expectativas y niveles de fe. Pero no importa cual es nuestra condición, lo único que necesitamos hacer es dar el siguiente paso hacia Jesús. Para algunos es hacerle un favor a Jesús, para otros es sólo sentarse a escuchar Su palabra, para otros puede significar ir un poco más profundo. Pero no es todo o nada.

Cuando decides dar un paso hacia Jesús, tu fe por pequeña que sea se intersecta con la fidelidad de Él y de repente te darás cuenta del carácter y la naturaleza de ese gran Dios en cuya presencia estás.

Es muy sencillo, seguir a Jesús es un proceso que va paso a paso. No es todo o nada.

Padre Celestial que bueno que el seguirte a ti no se trata de todo o nada, sino que por el contrario a ti no te importa mi condición sino los pasos que sigo para seguirte a ti. Ayúdame a que mis pasos siempre vayan hacia donde tú estás y yo pueda dejarlo todo para disfrutar de lo que sólo tú me puedes ofrecer.