Lunes, 25 de Septiembre

 

Hace más de quince años que se me presentó el reto de ser el pastor principal de la iglesia Casa de Alabanza, un reto para el cual yo estaba mal equipado y sin la preparación necesaria para aceptarlo. Así que mi primera reacción fue el de no aceptar el reto porque estaba completamente seguro de que esto sería un reto insuperable para mí. Pero cuando miro hacia atrás, es difícil creer que todavía estoy de pie después de más de quince años y lo curioso es que yo aun sigo pensando que estoy mal equipado e insuficientemente preparado para este reto. Sin embargo a menudo pienso en lo que mi vida sería hoy si hubiera optado por no aceptar este reto, porque ha sido maravilloso.

 

Apuesto a que tú también tiene retos insuperables en tu vida; tal vez el reto de ser el esposo o esposa que sabes deberías ser, el de ser padres en una generación tan difícil, el de conquistar una adicción, el de ser seguidor de Jesús cuando muchos se oponen a Jesús, o tal vez al igual que yo, Dios te está pidiendo que te muevas a un ministerio. Sea cual sea tu reto vas a tener que elegir entre tomarlo o rechazarlo. Pero si decides aceptarlo, ¿cómo vas a poder superar lo que sabes que es un reto insuperable para ti?

 

Cuando miramos a los discípulos de Jesús tenemos la tendencia de verlos como hombres extraordinarios, pero no fue así que comenzaron. Eran tan comunes como tú y yo, eran personas corrientes que terminaron haciendo cosas extraordinarias. ¿Recuerdas lo que sucedió cuando Jesús fue arrestado? Sus discípulos lo abandonaron y aún Pedro el más hablador del grupo, terminó negándolo tres veces, porque el arresto y la sentencia de muerte de Jesús era un reto insuperable para ellos.

 

Hechos 4: 8, 13 NVI

8 Pedro, lleno del Espíritu Santo, les respondió….

13 Los gobernantes, al ver la osadía con que hablaban Pedro y Juan, y al darse cuenta de que eran gente sin estudios ni preparación, quedaron asombrados y reconocieron que habían estado con Jesús.

 

Déjame explicarte lo que está pasando en estos versículos. Jesús se había marchado de esta tierra para regresar a estar con Dios, pero les dejó a sus seguidores discípulos un regalo, el Espíritu Santo. Y ahora la misma personas que arrestaron y sentenciaron a Jesús en esta ocasión habían arrestado a Pedro y a Juan a los cuales amenazaron. Pero Pedro y Juan llenos del Espíritu Santo en esta ocasión no retrocedieron, esta vez Pedro no negó a Jesús, por el contrario, les dijo que todo lo que estaban haciendo lo estaban haciendo en el nombre de Jesús. Ahora el reto que anteriormente había sido imposible para ellos ahora lo estaban enfrentando y el secreto no era una mejor preparación, la diferencia es que esta vez estaban llenos del Espíritu Santo de Dios. Este es el mismo Espíritu Santo que me ha permitido a mí liderar Casa De Alabanza por más de 15 años y el mismo Espíritu Santo que Dios te concede a ti para vencer aún los retos insuperables.

 

El PODER hace que personas corrientes llenos del Espíritu Santo hagan cosas extraordinarias.

 

Padre Celestial gracias porque siendo yo una persona corriente puedo vencer los retos que parecen insuperables para mí, es sólo gracias a tu Espíritu Santo que me da el poder para hacer lo imposible posible.