Pescadores

¿Qué quieres ser cuando seas grande? Lo más seguro es que en algún momento de tu niñez te llegaron a hacer esta pregunta. Las respuestas más comunes de los varones es: “quiero ser piloto, bombero o policía”. Mientras que la de las niñas son: “quiero ser una princesa, maestra o enfermera”.

Cuando Jesús hizo su gran aparición en nuestro mundo e invitó al primer grupo de hombres a que lo siguieran, Él les dijo: sígueme y te haré algo que no eres. Yo te haré __________________. (Llena el espacio en blanco).

Marcos 1: 16-18 NVI

Mientras Jesús caminaba junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés. Estaban echando la red al agua, porque eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme, y yo haré de ustedes pescadores de hombres.” Enseguida, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.

A menos de que tú ya sabías la respuesta lo más probable es que nunca habrías llenado el espacio con “pescador de hombres”. Si yo no hubiera sabido la respuesta probablemente habría contestado: Yo te haré próspero, una buena persona, tal vez santo, pero pescador de hombres ni siquiera me hubiese pasado por la mente.

Cuando tú y yo nos percatamos de Jesús y le dimos nuestras vidas lo hicimos con una razón en mente. Algunos porque tenían un vacío interior, otros por causa de enfermedades o tragedias, otros por los beneficios percibidos, mientras que otros simplemente porque querían ir al cielo. Pero nunca he oído hablar de alguien que le diese su vida a Jesús porque quería ser pescador de hombres. Los primeros seguidores también le dieron sus vidas a Jesús por razones personales, pero eventualmente descubrieron que si lo sigues Él te va a convertir en algo que no eres: un pescador de hombres.

Es simple, si decides seguir a Jesús eventualmente Él te hará un pescador de hombres.

Padre Celestial, rindo a ti lo que soy y lo que quiero ser. Te entrego lo bueno y lo malo, lo que tengo y lo que me falta. Si puedes utilizar mi combinación única de experiencias buenas y malas para el beneficio de aquellos que aún no te conocen como Señor y Salvador, entonces haz de mí un pescador de hombres.