Por qué perdonar

 

 

Martes, 04 abril

 

Los científicos, médicos, psicólogos, sociólogos, filósofos y líderes religiosos están de acuerdo en que perdonar a otros es el camino hacia una vida más larga, saludable y feliz y que estos beneficios los disfruta el que perdona y no a quien se perdona. Si vas a escoger ser feliz tendrás que practicar el perdón. Pero el perdón no es algo fácil y esto se debe a que tendemos a pensar que el perdonar a alguien significa que estoy aprobando su mal comportamiento o porque creemos que la persona no merece ser perdonada. Pero lo que realmente hace que sea muy difícil perdonar es que se nos dificulta soltar la ira y el dolor que la persona nos causó.

 

Si no hubiese ninguna otra razón por la que deberías perdonar sino sólo estos beneficios físicos y emocionales, éstos deberían ser suficientes para soltar el dolor; sin embargo, déjame darte tres razones más por las que deberías hacer de la práctica del perdón una parte esencial esencial de tu vida.

 

  1. Dios te ha perdonado.

 

Nunca tendrás que perdonar a nadie más de lo que Dios te ha perdonado. Recuerda que Dios da el perdón gratuitamente, pero Él pagó el precio más alto para perdonarnos, la vida de Su Hijo Jesús. A la luz de lo que Dios ha hecho por nosotros debemos perdonar a los demás.

 

“Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros”. – Colosenses 3:13

 

  1. El resentimiento no funciona.

 

La razón por la que no funciona es porque el resentimiento nunca puede cambiar el pasado; nunca podrá cambiar lo que te sucedió. Sólo puede causar que te mantengas aferrado a tu enojo y dolor, recuerda que las personas heridas hieren a otras personas. Estás enojado porque alguien te lastimó y sin darte cuenta y sin querer comienzas a herir a otros y por lo general a los que más cerca están de ti.

 

Te aseguro que el resentimiento destruye al necio…” – Job 5: 2 NTV

 

“Hay quienes llegan a la muerte llenos de vigor, felices y tranquilos… Otros, en cambio, viven amargados y viven sin haber probado la felicidad”. – Job 21: 23-25 ​

 

  1. Necesitarás el perdón en el futuro.

 

La verdad es que a todos nos han herido y ofendido, sin embargo lo que nos debería preocupar es que nosotros también hemos herido y ofendido a otros. El problema es que cuando otros nos hieren y ofenden lo llamamos pecado. Pero cuando nosotros somos los que herimos u ofendemos lo llamamos error, pero la verdad es que también se llama pecado. Por eso lo que más nos debería preocupar es el hecho de que en el futuro vamos a pecar; es más, apuesto a que en lo que va de este día ya has pecado, ya sea de pensamiento o de acción. Puesto a que vamos a necesitar el perdón en el futuro lo mejor que podemos hacer es practicar el perdón presentemente.

 

Cuando estén orando, primero perdonen a todo aquel contra quien guarden rencor, para que su Padre que está en el cielo también les perdone a ustedes sus pecados.” – Marcos 11:25 NLT.

 

Padre Celestial deseo con todo mi corazón perdonar al que me ha herido y de igual forma deseo pedirle perdón al que yo he herido; gracias por enseñarme la importancia del perdón porque nunca podré ser feliz si albergo resentimiento en mi corazón. Ayúdame a aplicar todos tus principios que me enseñan a dar este vital paso, tan importante es que ni siquiera puedo acercarme a ti si tengo algo contra mi hermano.

 

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