Practica lo que Crees

 

 

Lunes 24 de septiembre de 2018

 

Una de las desventajas de vivir en el sureste de los Estados Unidos es tener que lidiar con los huracanes. Pero las personas que viven en la costa oeste tienen que lidiar con los terremotos y si vives en el centro de los Estados Unidos tienes que lidiar con los tornados. En todos estos escenarios nunca es una cuestión de si un huracán, terremoto o un tornado golpearán, siempre es cuestión de cuándo va a golpear. Y lo mismo se pudiese decir en cuanto a nuestras vidas, que no importa donde vivamos en este planeta; nunca es una cuestión de si una tormenta golpeará, siempre es un asunto de cuándo va a golpear. Son inevitables y por cierto ya no estoy hablando de tormentas geológicas; Estoy hablando de las tormentas financieras, físicas, emocionales y espirituales.

 

 »Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina. – – Mateo 7: 24-27

 

De acuerdo con Jesús no es una cuestión de si una tormenta viene o no, es una cuestión de cuando viene, porque de que vendrá, vendrá. El ser un creyente no significa que nuestras vidas no van a ser azotadas por las tormentas. Ya sean tormentas de salud, en el hogar o financieras, cualquiera sea la tormenta que llegue a tu vida, el problema es que lo que crees por sí solo nunca es suficiente para salvarte. Lo que te va a salvar de las tormentas de la vida es poner en acción la fe que tienes en la palabra de Dios.

 

En la ilustración que Jesús nos da hay dos clases de personas, la que construye su vida oyendo la palabra de Dios pero no la pone en práctica. Este cuando llega la tormenta su vida se desmorona, y Jesús dice que es grande su ruina. Porque lo que sabía no era suficiente para salvarlo. Luego está la persona que escucha las palabras de Dios y las pone en práctica, a este también le llegan las tormentas, pero pudo resistir el golpe y quedar en pie.

 

Ambos oyeron la palabra de Dios, ambos construyeron sus casas y ambos fueron golpeados por la tormenta. La única diferencia es que uno aplicó la palabra que había escuchado y el otro no. Por tanto entendemos que no es lo que creemos lo que nos salvará de las tormentas de la vida, sino es lo que hacemos con lo que creemos lo que nos salvará de las tormentas de la vida.

 

Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? – Santiago 2:14 NVI

 

Padre Celestial ayúdame a construir mi casa sobre la roca para que cuando las tormentas inevitables lleguen a mi vida yo pueda sobrevivir a través de poner en acción la palabra que Tú me has dado. Gracias por alertarme a vivir de esta manera, practicando lo que creo para salvarme y preservarme.