Primero Los Demás

Devoocional / Español

¿Sabías que la Biblia nos enseña que todo lo que Dios nos da es para el beneficio de los demás? ¿Sabías que Dios quiere que nosotros consideremos las necesidades de otros como más importantes que las nuestras? A Dios le encanta bendecirnos como hijos de El que somos, contestar nuestras peticiones, concedernos los deseos de nuestros corazones. Pero todo lo que Dios nos ha dado, incluyendo la vida misma, es con el propósito de que lo utilicemos para el beneficio de los demás.

Filipenses 2: 3-4 NVI

No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás.

…y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás; así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. – Jesús (Mateo 20: 27-28 NVI)

El más importante entre ustedes será siervo de los demás. – Mateo 23:11 NVI

A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás. –
1 corintios 12:7 NVI

Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas. -1 Pedro 4:10 NVI

Hagan como yo, que procuro agradar a todos en todo. No busco mis propios intereses sino los de los demás, para que sean salvos. – 1 Corintios 10:33 NVI

El dar libremente es la demostración de amor más grande que existe. Jesús dijo: “De tal manera amó Dios al mundo, que dio…” Como hijos de nuestro Padre Celestial, la Palabra de Dios nos enseña que debemos de usar todo lo que tenemos para el beneficio de los demás, como nuestros dones, talentos, habilidades y bienes, e inclusive las palabras que pronunciamos.

Dios nos creó como seres espirituales y también físicos, por lo tanto El quiere amarnos tanto espiritual como físicamente. Para demostrar su amor por nosotros en el mundo espiritual Dios escogió a su Espíritu Santo. Pero para demostrar su amor por nosotros en el mundo físico escogió a todos los que le llamamos Padre Celestial. Tú y yo hemos sido escogidos por Dios para ser una expresión física y tangible de su amor incondicional hacia los demás.

Es simple, tú y yo somos instrumentos del amor de Dios para el beneficio de los demás.

Padre Celestial ayúdame a ser un instrumento de tu amor en este mundo, que cada uno de los dones, talentos, habilidades y bienes que tú me has dado yo los utilice para bendicir a otros, que yo no solo vele por mis propios intereses, sino que por el contrario, que hasta las palabras que salen de mis labios sean para edificar a los demás. Enséñame cada día más a ser una expresión de tu gran amor.