Renovado

 

 

 

Miércoles 29 de agosto de 2018

 

Si hiciésemos una evaluación honesta de nuestras vidas lo más seguro es que revelaría que estamos más preocupados con lo que nos está sucediendo por fuera que con lo que nos está sucediendo por dentro. ¿No es verdad que la mayoría de las personas hacen ejercicio para verse bien por fuera y no necesariamente para estar saludables por dentro? Piense en la cantidad de tiempo y dinero que se consume en ropa, zapatos, prendas, peinados, cremas de anti-envejecimiento y maquillaje, sólo para lucir bien por fuera. Ahora, en contraste con esto, piensa en la cantidad de tiempo y dinero que invertimos para convertimos en hombres y mujeres con integridad.

 

Si evaluamos las peticiones que presentamos ante Dios, la mayoría de ellas tienen más que ver con lo que esta sucediendo por fuera y muy poco que ver con lo que está sucediendo dentro de nosotros. Cuando oramos generalmente le pedimos a Dios que nos conceda cosas como una nueva casa, un nuevo auto, un mejor trabajo, más dinero y en su mayoría lo que le pedimos son cosas externas y temporales. Y cuando no le estamos pidiendo a Dios que nos dé cosas externas le pedimos que cambie a las personas que nos rodean; Dios cambia a mi esposo, cambia a mi esposa, cambia a mis hijos, a mi jefe o al vecino. Pero la verdad es que pasamos muy poco tiempo pidiéndole a Dios que me cambie a mí. Nuestro interés está en que Dios cambie nuestra circunstancia externas, pero cuando abrimos la Biblia descubrimos que el interés de Dios es cambiarnos por dentro y moldearnos a través de la renovación a la imagen de su Hijo Jesucristo.

 

Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador.    Colosenses 3: 9-10 NVI                                                            

 

Dios quiere estar en el proceso de renovar nuestras vidas. El hecho de que una persona crea en Dios, ore todos los días y asista a la iglesia todos los domingos no la hace una persona íntegra. Es a través del proceso de la renovación que Dios quiere transformarnos a la imagen de su Hijo Jesús. Y para que la renovación se pueda llevar a cabo es necesario que le permitamos a Dios voluntariamente remover nuestra vieja forma de pensar y permitirle que nos reprograme con una nueva. Esto es similar a la renovación de un mueble de madera, primero se remueve la pintura vieja del mueble y luego se pinta con la nueva. De la misma manera, pero internamente, Dios quiere llevarnos a través del proceso de la renovación.

 

La meta de Dios siempre ha sido renovar nuestras vidas de adentro hacia fuera. Mañana hablaremos de cómo Dios quiere trabajar en nuestra renovación, pero por ahora mi oración es que tú le permitas a Dios llevarte a través de este proceso de renovación al priorizar lo Él está haciendo dentro de ti por encima de lo que quieres que Él haga fuera y alrededor de ti.

 

Padre Celestial gracias por mostrarme la importancia de renovar mi vida de adentro hacia fuera, que lo importante es dejar que Tú trabajes en lo que está pasando dentro de mí, más que en lo que está fuera y alrededor de mí. Permíteme voluntariamente dejarte a ti hacer esta renovación, para que puedas formar el carácter de tu Hijo Jesús en mi vida.