Martes 17 de septiembre de 2018

 

Hace poco fui a visitar al médico a causa de que mi esófago se había inflamado, después de algunas pruebas el médico determinó que la inflamación era el resultado de una gastritis crónica. Y me prescribió un medicamento específico que sanaría mi esófago y que también controlaría la acumulación de los ácidos en mi sistema digestivo. Salí de su consultorio y después de hacer algunas investigaciones quedé completamente convencido de que el medicamento que me me había recetado haría exactamente lo que él me dijo que haría. Así que fui a la farmacia, compré las pastillas y leí todas las instrucciones; pero hubo un solo problema, aunque yo estaba convencido de que funcionarían y había leído todas las indicaciones de cómo tomarlas nunca lo hice. Permíteme preguntarte algo, ¿de que me sirve el medicamento si no me lo tomo? ¿Me voy a sanar si no me lo tomo?

 

Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe?  – Santiago 2:14 NVI

 

Cuando leemos la Biblia nuestra tendencia es interpretarla fuera de contexto; nuestra tendencia es interpretarla dentro de nuestro propio contexto en vez del que fue escrito. En el primer siglo la palabra “salvación” no tenía el mismo significado teológico que le hemos dado hoy. Cuando nosotros hablamos de la salvación generalmente nos referimos al cielo y el infierno, pero cuando Santiago habla de la salvación él estaba refiriéndose a la salvación en términos diarios y prácticos. Por ejemplo, tu consejo salvó a mi familia, Dwayne Wade salvó el juego, o mis ahorros me salvaron cuando me quedé sin trabajo.

Lo que Santiago está diciendo es que si somos cristianos el domingo por la mañana pero entre la tarde del domingo y la noche del sábado no aplicamos nuestra fe, lo que creemos el domingo no es suficiente para preservarnos el resto de la semana. Que tu perspectiva bíblica en cuanto a la familia y al matrimonio si no la aplicas de nada te sirve. Que si solo aplicas tus creencias bíblicas en cuanto a tus finanzas los domingos éstas no podrán salvar tus finanzas durante el resto de la semana. Santiago está diciendo que si lo que creemos no viene acompañado de obras; este tipo de fe no puede preservar nuestras vidas en términos prácticos y diarios.

 

Muchos creyentes se encuentran desanimados y derrotados porque piensan que creer en Dios es suficiente. Piensan que porque aceptaron a Jesús como su Salvador, todo en sus vidas en cuanto a su salud, dinero y amor va a estar bien. Pero no es suficiente creer, es la aplicación de lo que creemos lo que tiene el poder de salvar y preservar nuestras vidas.

 

Como paciente me di cuenta de que mi fe en mi médico y el medicamento que me recetó no eran suficientes, necesitaba también tomarme la medicina. Así que al ver que mi condición no mejoraba decidí comenzar a tomar la medicina que el doctor me había recetado y en unos dos o tres días ya estaba sintiéndome bien. Así que hice lo que la mayoría de las personas hacen después de que se comienzan a sentir bien, dejé de tomar la medicina. Y unos días después ya estaba nuevamente con el esófago inflamado. Como cristianos no es sólo creer lo que va preservar nuestras vidas, es la aplicación de nuestra fe lo que nos salvará. Como cristianos no solo podemos aplicar nuestra fe los domingos en la mañana o cuando no nos sintamos bien, lo que va a preservar nuestras vidas más bien es la aplicación de la palabra de Dios a diario en nuestra salud, finanzas y todas nuestras relaciones.

 

Padre Celestial de qué me sirve conocer todos los principios bíblicos e ir a la iglesia cada domingo si el resto de la semana no pongo en práctica todo ese conocimiento en cada una de las áreas de mi vida; ayúdame a practicar mi fe a diario porque es la único que tiene el poder de salvar y preservar mi vida.