Lunes, 04 de junio de 2018

 

Hace algunos años, cuando mi padre era el pastor principal de Casa de Alabanza y yo el pastor de jóvenes, estaba sentado en la oficina de la iglesia y sonó el teléfono. Respondí y dije: “Casa de Alabanza, ¿cómo puedo ayudarle?” Y un hombre, que sonó sorprendido al escuchar mi voz, dijo: “Bobby, estoy tan contento de que hayas sido tú el que contestó el teléfono, y antes de que pudiera decir una palabra más comenzó a confesarme cosas perturbadoras. En más de una ocasión traté de intervenir en la conversación, pero cada vez que lo intentaba el hombre hablaba más fuerte y me decía: “por favor, déjame terminar”. Cuando el hombre terminó, le dije, no creo que era conmigo con quien querías hablar, creo que querías hablar con mi padre. “Estoy hablando con Bobby, ¿verdad?” Preguntó el hombre. ‘Sí”, le respondí, pero con Bobby Jr., no con Bobby Sr.

 

“Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, como también mi Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre. Así que sacrificomi vida por las ovejas.”–Juan 10:14:15 NTV.

 

En la antigüedad, la relación entre las ovejas y el pastor era especial y única. En nuestra cultura actual, las ovejas son guiadas por perros, hombres a caballo e incluso helicópteros. En el antiguo Israel, los pastores eran quienes guiaban a sus ovejas. En aquellos días, muchos pastores llevaban su rebaño al campo y al ponerse el sol guiaban a sus ovejas un lugar conocido como el redil de las ovejas. Esta área consistía de un gran círculo compuesto de piedras con una sola abertura a través de la cual entraban y salían las ovejas. Una vez que todas las ovejas entraban en el redil, y podían haber cientos de ellas, el guardián de la puerta, generalmente un pastor, se tendía sobre la abertura para que si un lobo intentaba atacarlas o si una de ellas intentaba salir, tendrían que hacerlo pasando por encima de él.

 

Mis ovejasoyenmi voz; yo las conozcoy ellas me siguen.– Juan 10:27 NVI.

 

Temprano en la mañana, uno por uno, los pastores llegaban hasta la abertura del redil de las ovejas y llamaban a sus ovejas, ellos sabían exactamente cuáles de ellas formaban parte de su redil y las ovejas al instante reconocían la voz de su pastor y lo seguían. Ellas solo respondían y obedecían la voz de su pastor. Las ovejas habían desarrollado la habilidad de escucharla voz de su pastor, distinguirla voz de su pastor de todas las demás voces, entenderlo que les decía y luego aplicarlo.

 

El factor más importante en nuestras vidas es que a través de la oración, la lecturade la palabra de Dios y el reunirnoscomo iglesia desarrollemos la habilidad de escuchary distinguirla voz de Diosde todas las demás voces.

 

Tú eres mi pastor y yo soy oveja de tu prado amado Jesús, gracias porque así como el pastor de las ovejas se acostaba en la abertura del redil para que ella no se saliera o fuera atacada por un lobo, así cuidas Tú de mí, no sólo diste tu vida por amor a mí, sino que me guías, me cuidas y me mantienes dentro del redil. Ayúdame a escuchar tu voz, a distinguirla sobre todas las demás voces, a entender lo que me quieres decir y sobre todo a poner en práctica lo que me pides.