Solo en la noche

 

 

Solo en la noche

Martes, 30 de enero de 2018

 

 

Jacob era un hombre joven cuando tuvo que comenzar a huir, pero a pesar de sus fechorías, las bendiciones de Dios lo acompañaban. Lo que pasó fue que Jacob le robó la bendición del primogénito a su hermano Esaú. Para nosotros en el presente eso no tiene ninguna importancia, pero en aquellos tiempos los derechos del primogénito lo eran todo. Es por eso que Esaú juró que un día mataría a su hermano por lo que le había hecho. Jacob, entendiendo la veracidad de la amenaza de Esaú, decidió comenzar una nueva vida lo más lejos posible.

 

Jacob salió camino a la tierra de la familia de su madre. Mientras huía, le pidió a Dios que estuviera con él, que lo protegiera y que lo bendijera. Guao, y Dios sí estuvo con Jacob, y lo protegió y lo bendijo. Es interesante que Dios no castigó a Jacob por lo que había hecho, a pesar de lo que había hecho. Porque, Jacob no solo pecó contra su hermano, sino que también había pecado contra Dios que había causado que Esaú naciese primero. Cuando Jacob llegó a su destino lo recibieron con brazos abiertos. Después de algunos años se enamoró, luego se casó y tuvo hijos. Y años más tarde se convirtió en un hombre extremadamente próspero, el hombre más rico de la región. Su vida no podía estar mejor y su pasado estaba a muchos kilómetros y décadas de distancia.

 

La prosperidad de Jacob llegó a ser tan abundante que causó que algunos de los familiares de su madre lo envidiasen. Los que inicialmente le dieron la bienvenida ahora estaban en total desacuerdo con él. A medida que la situación iba de mal en peor, un día Dios le dijo a Jacob: “Regresa a la casa tu padre que yo estaré contigo”. Volver significaba excavar el pasado sepultado, significaba hacerle frente al desastre que había dejado atrás y regresar significaba enfrentarse a su hermano que había jurado matarlo. Después de haber huido por décadas, los recuerdos de su pasado olvidado ahora habían salido a la superficie y la amenaza de muerte estaba fresca en su mente.

 

Cuando Esaú oyó que su hermano venía, partió con cuatrocientos hombres para interceptarlo. Solo podemos imaginar que si viajaba con tantos hombres no era para celebrar la llegada de Jacob sino para cumplir su promesa de matarlo. La Biblia dice que cuando Jacob oyó que Esaú venía se angustió mucho. Fue entonces cuando Jacob decidió que necesitaba buscar al Dios que lo había protegido y bendecido cuando inicialmente comenzó a huir. Decidió que era hora de encontrarse con el Dios con quien no había pasado tiempo serio desde que comenzó a huir décadas atrás.

 

Jacob llamó a aquel lugar Peniel (que significa «el rostro de Dios»), porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y sin embargo, conservo la vida» (Génesis 32:30).

 

El encuentro de Jacob con Esaú estaba a solo horas, esa noche Jacob decidió enviar todas sus posesiones y su familia adelante y se quedó solo y atemorizado. Esa noche Jacob tuvo un encuentro cara a cara con Dios. Cuando Jacob salió de la presencia de Dios y levantó los ojos, lo primero que vio fue a su hermano acercándose con sus cuatrocientos hombres. El encuentro cara a cara con Dios no había cambiado las circunstancias de Jacob, pero sí habían cambiado a Jacob. Porque el relato nos cuenta que Jacob salió un hombre diferente, entró físicamente fuerte y salió cojeando. Cuando entró su nombre era Jacob cuando salió su nombre fue cambiado por Dios a Israel. Increíble, Jacob el tramposo se convertiría en el padre de la nación de Israel. Todo porque tuvo un encuentro una noche a solas con Dios. No tienes la más mínima idea de lo que Dios quiere hacer contigo si decides encontrarte con Él a solas cualquier día o cualquier noche.

 

 

Preguntas:

 

  1. ¿Tienes algo en tu pasado o presente que te haya separado de tus seres queridos?
  2. ¿Tienes algo en tu pasado que te ha distanciado de Dios?
  3. ¿Dios te ha pedido que te devuelvas?
  4. Si decides devolverte, ¿a quién deberías buscar primero? ¿a aquellos con quienes estás en desacuerdo o a Dios? ¿Por qué?
  5. ¿Por qué crees que Jacob decidió encontrarse de noche a solas con Dios? ¿Dónde deberías tú encontrarte con Dios?

 

Por cierto, antes de orar, te animo a leer los capítulos 32 y 33 de Génesis para que descubras lo qué pasó entre Jacob y Esaú, es una historia increíblemente inspiradora.

 

Padre Celestial, Tú siempre estás conmigo, me proteges y me bendices, pero es realmente cuando me devuelvo de todos los afanes y dificultades de la vida para encontrarme a solas contigo que Tú haces cosas realmente increíbles con mi vida. Ayúdame para que nada ni nadie me mantenga distanciado de ti.