Sube y Baja

 

 

Viernes, 28 de septiembre de 2018

 

Cuando estudiamos la trayectoria del pueblo de Israel en el Antiguo Testamento la verdad es que se puede resumir simplemente diciendo que ellos se la pasaban en un sube y baja. Dios los bendecía y ellos respondían dándole las gracias y luego se olvidaban de Él. Pero, Dios en su inmensa paciencia les daba muchas oportunidades de arrepentirse y volver a Él, pero era sólo cuando se encontraban en gran angustia que decidían volver a Dios. Y nuevamente, Dios en su inmedible misericordia los volvía a restaurar, pero ellos una y otra vez seguían repitiendo el mismo ciclo.

 

La verdad es que no mucho ha cambiado desde los tiempos de Israel en el Antiguo Testamento, porque se sigue repitiendo el mismo sube y baja en muchas comunidades cristianas de hoy en día. ¿Verdad que cuando nuestro mundo se derrumba corremos a Dios? Cuando nos encontramos en dificultades financieras, físicas, emocionales o relacionales, cuando sentimos que ya no tenemos salida entonces decidimos buscar a Dios. Y Dios en su inmensa gracia nos restaura y una vez más todo marcha bien, lo ignoramos y, a veces aun nos olvidamos de Él.

 

Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada. Santiago 1: 2-4 NVI

 

En el Nuevo Testamento Santiago les explica al pueblo judío que su reto ahora era que viesen sus pruebas y tribulaciones, no como una señal de que algo va mal, sino más bien como un vehículo que Dios utiliza para probar su fe. Y este mismo reto es igual para nosotros también, que Dios quiere que veamos nuestras dificultades, ya sea en el área de la salud, relaciones, finanzas o lo que pueda suceder, como una prueba de nuestra fe, con el propósito de producir en cada uno de nosotros la perseverancia. Pero, ¿Por qué quiere Dios que perseveremos en las pruebas? Preferiríamos pensar que lo que Dios quiere hacer es librarnos de las pruebas. Santiago continúa explicándoles que si logramos perseverar fieles confiando en Dios en medio de las pruebas esto nos conducirá a la perfección, a la integridad y sin que nos falte cosa alguna. En otras palabras, para que cuando Él finalmente decida cambiar nuestras circunstancias no volvamos al mismo sube y baja y para que nunca más lo ignoremos o nos olvidemos de Él.

 

Gracias Padre Celestial por las pruebas, porque Tú me amas tanto que no quieres que yo viva en un constante sube y baja, gracias porque es a través de ellas es que Tú perfeccionas mi fe en Ti. Ayúdame a nunca ignorarte ni olvidarme de Ti.