Vida y Luz

 

 

Jueves, 21 de diciembre

 

La época más alegre y complicada del año.

 

La mayoría de las veces mi esposa y yo pasamos la víspera de Navidad en casa con nuestros hijos  y por lo general el día de Navidad nos montamos todos en el auto y nos vamos a la casa de mis padres, donde nos reunimos con el resto de la familia. La verdad es que esto es una gran bendición, ya que para muchas personas la Navidad puede ser la época más complicada del año. Digo complicada porque hay que ver quién viene este año y quién no. Es complicado para las personas que están divorciadas, un año a los niños les toca con la mamá y otro con el papá. La misma dinámica sucede si tienes padres separados, si vas a la casa de uno y no a la del otro, o si se han vuelto a casar… definitivamente es complicado.

 

La Navidad es la época más alegre del año, pero para muchas personas también es la más complicada. La Navidad resalta lo bueno de nuestras vidas, debido a que Dios envió a su Hijo al mundo para salvarnos. Pero también resalta las complicaciones de nuestras vidas, porque nos recuerda esas relaciones que están rotas, los seres queridos que ya no están presentes y las expectativas que ya no podrán cumplirse. Y si nos detenemos lo suficiente como para mirarnos al espejo nos vamos a dar cuenta de que también tenemos un montón de complicaciones personales. La Navidad resalta la bondad de Dios, pero también nos recuerda la oscuridad que existe en nuestro mundo.

 

¡Luz en la oscuridad!

 Juan 1:4-5 NTV

La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos. La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla.

 

Cuando nuestras vidas se complican la temporada de Navidad es un recordatorio de que Dios envió a su único Hijo para convertirse en el centro de nuestras vidas. La Navidad es un recordatorio de que no tengo nada que temer aun cuando existen cosas que son de temer, porque no importa cuan oscuro pueda estar el mundo y/o nuestras vidas, siempre podemos centrarnos en Jesús que es la luz del mundo. Y su luz siempre brillará y las tinieblas de este mundo nunca podrán apagar su luz. Por eso oramos, porque sabemos que Dios nos escucha, es por eso que no podemos perder la esperanza, porque Él es la luz de toda la humanidad. Así que cuando nos enfrentamos con el hecho de que hay problemas en este mundo, en nuestras familias y en nuestras vidas, podemos ser consolados con el hecho de que Jesús es la luz del mundo.

 

Amado Jesús tú eres la luz de mi vida y esa luz que brilla en mí jamás nada ni nadie podrá apagarla, aunque en esta época del año podría tener motivos complicados para entristecerme, de inmediato recuerdo que tu luz maravillosa está en mí y soy consolado a través de tu gran amor y gracia.

 

¡Feliz Navidad!