“…quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo ... Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre...”…” - Filipenses 2: 6, 7, 9 NVI.A cada uno de nosotros se nos ha otorgado una cierta cantidad de poder, prestigio y posesiones. Algunos más que otros, pero todos tenemos cierto grado de poder, prestigio y posesiones. Ahora, la pregunta no es cuánto tienes. La pregunta es, ¿cómo eliges usar lo que tienes? Puedes usar lo que tienes para ser autosuficiente o puedes aprovecharlo para servir y beneficiar a otros. Pero la forma en que elijas utilizarlo determinará si vas a vivir una buena vida o una vida extraordinaria, es la diferencia entre una buena vida y una grandiosa. LECTURA BIBLICA:
El más grande entre ustedes debe servir a los demás. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido. – Jesus Mateo 23: 11,12 GNTServing is simply choosing to leverage your power, possessions, and prestige to benefit others. Es el acto de escoger voluntariamente humillarte y utilizar lo que tienes por el bien de los demás. Pero también es la clave para vivir una vida grandiosa, es lo que causaba que multitudes siguieran a Jesús. Porque cuando las personas creen que estás interesado en el bien de ellas, estarán más inclinadas a seguirte. Y una de las formas más simples de comenzar a servir es preguntándote, ¿cómo puedo ayudar? Imagínate que el esposo le preguntase a la esposa o la esposa le preguntase al esposo, ¿cómo te puedo ayudar? Imagínate en el trabajo, la escuela, la iglesia o en la comunidad preguntando, ¿cómo puedo ayudar? PIÉNSALO: Es una cosa poderosa interactuar con personas que tienen lo que es mejor para ti en sus mentes, es lo que hace grande a una persona, es lo que hace a Jesús tan grande. Es por eso que debes aprovechar quién eres para beneficiar a los demás. Y una de las formas más fáciles de lograr esto es simplemente preguntándote, ¿cómo puedo ayudar? ORA: Padre celestial yo sé que Tú me creaste para que yo viva una vida extraordinaria, no para que me conforme con una vida buena; gracias por ese amor tan grande y por ese ejemplo tan grandioso que me dejaste amado Jesús. Ayúdame a ser cada vez más y más humilde, que todos los días de mi vida yo le pregunte a las personas que has puesto en mi vida ¿cómo puedo ayudarte hoy? Y que la respuesta de ellos sea una acción para mí para bendecirlos.