Cuando piensas en la Navidad, ¿cuál es el regalo de Navidad más memorable que hayas recibido? A través de los años he recibido tantos regalos que no puedo recordarlos todos, pero hasta el día de hoy todavía recuerdo la máquina de pinball que mis padres me regalaron cuando tenía solo siete años. Sin embargo, cuando pienso en el regalo de Navidad más memorable que he recibido; lo curioso es que no era algo que quería, pero era lo que más necesitaba. Y, hasta el día de hoy, sigue siendo el regalo más importante y valioso que he recibido. Tan importante que mi vida depende de ello y tan valioso que no hay suficiente dinero en el mundo para reemplazarlo. Por eso, a medida que pasa el tiempo, lo aprecio más y más.
Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. - Efesios 2: 8-9 NTVNingún otro regalo me ha influenciado más que la salvación, ha impactado radicalmente cada área de mi vida. Por eso a veces me pregunto por qué tanta gente rechaza el regalo de la salvación. El problema es que muchas personas no sienten que necesitan un Salvador. Pero cada vez que nos miramos en el espejo, vemos a una persona que desesperadamente necesita la salvación. No solo la salvación eterna sino también la salvación diaria. Algunas personas necesitan salvación de adicciones, conductas destructivas, depresión o de un mal matrimonio. Ahora piensa, si no puedes salvarte de ti mismo, ¿qué te hace pensar que puedes lograr la salvación eterna por tu cuenta? La Navidad es un recordatorio de que nuestro Padre Celestial envió a Jesús al mundo para ofrecer a todos el regalo de la salvación. No solo la salvación eterna sino también la salvación diaria. Y, cuando llegas al lugar, incluso como creyente de que te das cuenta de que necesitas un salvador, la sorprendente noticia es que todo lo que coloques a los pies de Jesús él lo salvará. Puedes traerle tus adicciones, tu falta de autocontrol, tu mal matrimonio, tus finanzas y cualquier otra cosa porque Él te rescatará. Pero lo más importante es que puedes traerle toda tu vida; tu corazón y tu alma y Él te salvará eternamente. Y cuando te apropies de la plenitud del regalo, tu también, como yo, dirás que la salvación no es solo el regalo más memorable sino también el mejor regalo del mundo. Amado Jesús reconozco que necesito un Salvador, por eso el regalo de la salvación es para mí el mejor regalo del mundo, el más maravilloso y grande que he recibido y recibiré en toda mi vida, nada se compara con ese grandioso regalo. Pongo a tus pies mi vida entera Señor, porque Tú eres el único que puedes darme vida eterna y rescatarme de cada situación en todas las áreas de mi vida.