¿Cuál es tu definición de éxito? ¿Es que te acepten en una universidad, tener una carrera exitosa, una familia feliz o independencia financiera? ¿Quizás algo un poco más simple, como perder peso o desarrollar algo de músculo? La verdad es que lograr el éxito no es lo mismo para todas las personas, pero uno de los pasos más importantes para lograrlo es definir lo que el éxito es para ti.

Nuestras vidas se pueden resumir en tres categorías: quiénes somos, a quiénes conocemos y qué hacemos. Quienes somos se trata de nuestros valores y creencias. A quienes conocemos se trata de las personas con las que escogemos asociarnos. Lo que hacemos se trata de lo que logramos y queremos lograr.

Tristemente, para la mayoría de las personas, el éxito se define por quienes conocen y las cosas que hacen. El problema con esta definición es que conocemos a muchas personas exitosas como atletas, artistas, políticos e incluso pastores que trabajaron muy duro para conocer a las personas correctas y en alcanzar grandes logros, pero luego sus vidas se derrumbaron porque nunca se enfocaron en convertirse en la persona correcta.

«Vale más una buena reputación que un perfume costoso». Proverbios 7: 1.

En nuestra cultura, el éxito se define en base a quién conoces y qué tienes. Pero el Rey Salomón, quien se encuentra entre las personas mas sabias y más ricas que el mundo haya visto, dijo que tu reputación es mucho más importante que cualquier logro. En nuestro mundo hay muchas personas talentosas y trabajadoras que nunca se dieron cuenta de esta verdad e incluso lograron grandes cosas, pero lo que no lograron fue alcanzar el verdadero éxito.

Cualquier definición personal de éxito debe ser el resultado de priorizar el convertirse en la persona correcta, porque quién conoces y lo que logres no te puede conducir al verdadero éxito. Pero cuando a quien conoces y lo que logras es el resultado de convertirte en la persona correcta esto es lo que te conducirá al verdadero éxito. El verdadero éxito es el resultado de aprender a priorizar el convertirse en la persona correcta por encima de quién conoces y qué logras.

Padre Celestial quiero alcanzar el verdadero éxito, el que  tu describes en tu Palabra, ayúdame a priorizar ser la persona correcta, con buena reputación que Tú quieres que yo sea; gracias porque me enseñas que el verdadero éxito no se trata de los logros que alcance sino de un carácter íntegro de acuerdo a Ti.