«La suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad». – Séneca.

Nunca debemos ser conformistas, siempre hay espacio para mejorar. Puede que tu vida no esté donde quieres que esté, pero siempre hay algo mejor por delante. Quizás tengas o no tengas un buen trabajo, pero hay uno mejor esperando por ti. Quizás tienes una buena relación en tu matrimonio, pero puede ser aún mejor. En cada área de tu vida hay cosas mejores que te esperan. Pero si alguna vez te vas a apropiar de ellas, tendrás que hacer las preparaciones necesarias en tu vida para recibirlas. El conformismo es uno de los más grandes obstáculo para mejorar, pero la preparación es el camino hacia algo mejor.

Por la fe Noé, siendo advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor reverente preparó un arca para la salvación de su casa… Hebreos 11: 7 NBLH

El tiempo que se invierte en la preparación nunca es tiempo perdido, la preparación es el camino hacia mejores cosas. El problema con la preparación es que estás trabajando en algo que aún no ha sucedido. Noé tuvo que construir un arca en medio del desierto antes de que cayera la primera gota de lluvia. Las personas que lo rodeaban no veían la necesidad de prepararse, eran conformistas. Para ellos, Noé era un viejo tonto que estaba perdiendo el tiempo, hasta que la lluvia comenzó a caer. Pero una vez que comenzó a llover, ya era demasiado tarde para prepararse.

La preparación requiere fe y la fe requiere acción. La preparación requiere que creas que algo va a suceder y la fe requiere que hagas algo al respecto antes de que suceda. Santiago, el hermano de Jesús, escribió: «La fe sin obras está muerta». En otras palabras, lo que crees no tiene ningún valor práctico a menos que actúes en tus circunstancias. Por lo tanto, no tiene ningún valor práctico arrodillarse y orar para que Dios cambie tus circunstancias y luego te levantes y no cambies tus acciones. La falta de preparación conduce al fracaso mientras que la preparación conduce a algo mejor.

Padre Celestial ayúdame a no ser conformista, sino más bien a prepararme para lo mejor que tienes para mí, sé que de nada vale mi fe sino actúo en base a ella, porque no tiene ningún valor práctico; gracias por recordarme la importancia de prepararme para poder obtener lo mejor que preparaste para mí de antemano.