A fines de la década de los 70, el programa americano, Wide World of Sports de la cadena ABC nos presentó la frase “La emoción de la victoria y la agonía de la derrota”. Por más de cuarenta años, este eslogan ha seguido siendo relevante, programas de televisión, radio, libros e incluso mensajes que describen la vida y la muerte de Jesús lo utilizan como título. La razón de su éxito es que la frase trascendió el ámbito deportivo a todos los ámbitos de la vida. Que, de una forma u otra, todos podemos relacionarnos con las emociones positivas de obtener la victoria, pero también las emociones negativas de sentirse derrotado.   La verdad es que la vida es mejor cuando se está ganando. El ganar, especialmente en las áreas importantes, genera confianza y un sentido de propósito y valor. En los deportes, en el mundo académico y en los negocios, la victoria está claramente definida, pero cuando se trata de las áreas más importantes de la vida, la mayoría de las personas no tienen una victoria claramente definida. La mayoría de las personas cometen el error de confundir una meta con una victoria, pero las metas a menudo son simplemente pasos que conducen a la victoria. Casarse puede parecer una victoria, pero vivir un matrimonio exitoso es realmente la victoria. Tener hijos puede parecer una victoria, pero criar hijos exitosos es la verdadera victoria. Es por eso que antes de poder vivir una vida exitosa, primero hay que definir esa victoria. En las áreas más importantes de tu vida debes preguntarte, ¿Cuál es la victoria? ¿Cuál es la victoria para mi matrimonio? ¿Cuál es la vitoria en cuanto a criar a mis hijos? Les doy un ejemplo, para mi esposa y para mí, la victoria para nosotros en cuanto a criar a nuestros hijos era que cuando creciesen estuvieran con nosotros porque querían hacerlo no porque se sintiesen obligados hacerlo. Entendimos que mientras tuviéramos una relación con ellos, esa relación nos daría influencia. Todos nuestros hijos ya son adultos y, a pesar del hecho de que sus vidas se han movido en diferentes direcciones, como sus padres nos sentimos exitosos porque hasta el día de hoy les encanta pasar tiempo con nosotros y a nosotros con ellos.  
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. - Romanos 8:37 NVI.
  Dios te creó para ganar y no importa cuántas curvas la vida te lance; se supone que vencer, ganar y obtener el éxito sea tu destino. Pero quiero ser sincero, ganar no es fácil, tienes que trabajar en ello y lo primero que debes hacer es definir la victoria. Necesitas preguntarte, ¿cuál es la victoria? Si estás casado o te vas a casar, ¿cuál es la victoria para el matrimonio? Si tienes o planeas tener hijos, ¿cuál es mi victoria en la crianza de los hijos? Y en cada área de la vida que es importante, debes preguntarte, ¿cuál es la victoria?   Padre celestial gracias por recordarme que soy más que vencedor por medio de aquel que me amó, gracias porque contigo la victoria es segura, porque Tú me diriges a ella a través de tu gracia, amor y sabiduría; ayúdame a preguntarme cuál es la victoria en cada área de mi vida para poder trabajar de tu mano hacia ese resultado.