Completamente Diferente | Demostrable

La mayoría de los sistemas religiosos se basan en una filosofía básica, de que existe un dios bueno, que vive en un lugar bueno a donde las personas buenas eventualmente irán. Pero como cristianos creemos en un Dios bueno, que vive en un lugar bueno, pero completamente diferente a todas las demás religiones, creemos que no son las personas buenas las que van para el cielo, sino aquellas que han sido perdonadas.

La mayoría de los sistemas religiosos están basados ​​en la fe, la creencia de que hay una deidad y vida después de la muerte. El problema es que cuando usamos palabras como “fe” y “creer” en el contexto de las religiones, adquieren un significado completamente diferente. El significado real que adquiere es “esperanza”. Las religiones, “esperan que algo sea cierto, pero no estamos completamente seguros. En la ciencia o historia, no solo esperamos que algo sea verdad, trabajamos con hechos y con lo que se puede demostrar. La buena noticia para los cristianos es que nuestra creencia no se basa en la esperanza de que lo que creemos sea cierto, sino más bien en un hecho demostrable. No esperamos que algo sea verdad, estamos convencidos de que algo es verdad.

Hace dos mil años un hombre vino al mundo diciendo que era Dios. Enseñó como ningún otro hombre, pero sus enseñanzas no se podían probar. También realizó muchas señales y milagros, pero fue arrestado, condenado a muerte y luego murió en una cruz. Y todos sus discípulos perdieron toda sus esperanzas y su fe. Por que, Jesús murió como cualquier otro hombre. Pero cuando tres días mas tarde resucitó de entre los muertos, sus discípulos ahora no solo creían en esperanza que algo fuese verdad, sino que ahora estaban convencidos de que Jesús sí era Dios.

Todos los demás sistemas religiosos creen en esperanza de que las enseñanzas de sus líderes son ciertas. Pero el cristianismo es completamente diferente, porque nuestras creencias se basan en un evento demostrable, la resurrección. Gracias a que Jesús resucitó, nuestra fe en la vida después de la muerte no es solo nuestra esperanza. Y porque Jesús resucitó, podemos estar seguros de Sus enseñanzas. Y Él enseñó que no son las personas buenas las que se van al cielo, sino las que han aceptado el regalo del perdón que Dios ofrece a todos los que creen en Jesús como su Salvador.