Defiéndete

Lo que tengo entendido es que todavía no sabemos quién exactamente es el culpable del coronavirus, algunos especulan que es un virus que fue creado en un laboratorio chino, algunos creen que es un virus que comenzó en un mercado de animales en Wuhan, China, donde los consumidores compran animales exóticos como murciélagos, escorpiones y lagartijas para el consumo. Y otros piensan que fue creado por algunos de los gobiernos más poderosos del mundo como una forma de crear obediencia civil a través de enfermedades infecciosas. Pero algunos en los medios de noticias saben exactamente a quién culpar por el coronavirus, los evangélicos. En un artículo de opinión publicado recientemente en el New York Times titulado “El camino del coronavirus hacia el infierno fue pavimentado por evangélicos”, el autor escribió, “Es necio y malicioso responsabilizar a las personas chinas (o cualquier otra) por la propagación del virus”. A riesgo de sonar loco, la verdad es que la persona que escribió esta pieza está parcialmente en lo correcto. No, los evangélicos no tienen la culpa, pero la verdad es que este virus vino del mundo invisible.

“Fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.” – Efesios 6: 10-12 NVI.

Como cristianos, tenemos que ser socialmente responsables y a la misma vez defendernos y luchar en contra de los ataques que provienen del mundo de las tinieblas. Pero debemos reconocer que nuestra batalla no es contra seres humanos sino contra poderes y autoridades que acechan en el mundo invisible. El presidente Trump llama al virus el enemigo invisible, y aunque sí es invisible esperamos que él y su equipo logren rápidamente encontrar una vacuna y un tratamiento para combatir el virus. Pero en cuanto a aquellos de nosotros que somos seguidores de Jesús, necesitamos luchar en el mundo invisible.

Mientras hacemos una pausa, meditamos y oramos, debemos reconocer que nuestra fuerza viene del Señor, y que lo que sucede dentro de nosotros y en el mundo espiritual es mucho más importante que lo que sucede en el mundo físico. Pero esto no sucederá viendo las noticias todo el día. Deberías mantenerte al día de lo que está sucediendo, pero no necesitamos más de 30 minutos de noticias cada día. Deberías aprovechar este tiempo para estar en tu casa orando y leyendo la palabra de Dios para poder fortalecerte y para que puedas defenderte y pelear en el mundo invisible.

Gracias Padre amado porque como cristiano entiendo lo que está pasando a través de tu palabra que me muestra la verdad de que no estamos peleando contra seres humanos sino contra un mundo de tinieblas y Tú me has dado las armas para pelear Señor, a través de la oración que tiene tanto poder y de leer tu palabra. Te amo, te alabo y te bendigo.