En la superficie, el cristianismo pareciera ser una religión que intenta explicar las cuestiones fundamentales acerca de la vida. ¿Cómo llegamos a la existencia? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Existe un Dios? Con tantas religiones promulgando ser la religión, ¿cómo sabes si tu religión es la correcta? ¿Que distingue al cristianismo de las demás religiones?
Hay una gran diferencia entre el cristianismo y todas las demás religiones. La mayoría de las religiones creen que para estar bien con Dios, tienes que hacer ciertas cosas y convertirte en una buena persona. Pero los cristianos creemos que puedes ser una mala persona y aún entrar al cielo. Pero hay una diferencia aún mayor, la mayoría de las religiones se basan en las enseñanzas y filosofías de sus fundadores, pero el cristianismo no. El cristianismo se fundamenta en un solo evento.
Al contrario de todas las demás religiones, nuestra fe depende de un evento y no de las enseñanzas de un hombre. Pero no es un evento cualquiera, es un evento histórico que revolucionó y transformó completamente al mundo, la resurrección de Jesús. Y por causa de la enorme cantidad de evidencia que señala la existencia, muerte y resurrección de Jesús. Creo que la pregunta fundamental que todos debemos hacernos es ¿en verdad Jesús resucitó? Cualquier cosa es posible, pero la pregunta es si ¿es probable? Creo que si estudias objetivamente la montaña de evidencia, la única respuesta lógica es que Jesús resucitó.
Si es verdad que Jesús resucitó, entonces debemos asumir que Él es quien dice ser. ÉL mismo declaró ser Dios en un cuerpo. Por eso, como cristianos, el fundamento de nuestra fe no son las enseñanzas de Jesús. Hemos aprendido a amar y apreciar las enseñanzas de Jesús, y las aceptamos como cien porciento veraces, pero es por causa de un evento fundamental, la resurrección de Jesucristo.
¡Gracias amado Jesús por tu resurrección! Porque ese evento único y maraviloso marcó un antes y después en la historia de la humanidad, y también marca un ante y un después en la vida de quien cree en ti y te ama. Qué bueno eres mi Dios, Tú sabías que por mi propias fuerzas yo no podía ganarme el cielo, necesitaba un Salvador, y ese único Salvador de mi vida eres Tú.