Si temes arriesgarte y hacer sacrificios, si malgastas energía en cosas que no puedes controlar, si vives en el pasado, si luchas con el cambio, si pasas tiempo sintiendo pena por ti mismo, si sigues cometiendo los mismos errores una y otra vez, si te rindes cuando fallas, si haces cosas esperando resultados inmediatos o si temes pasar tiempo a solas con Dios, esto es tan solo un indicio de que necesitas mejorar mentalmente.
Lo que pienses determinará cómo actúas, y cómo actúes determinará los resultados finales. Al igual que la programación defectuosa en una computadora te llevará a resultados defectuosos, la programación errónea de la mente también te llevará a resultados no deseados. Mejorar en cualquier área de tu vida no es solo el resultado de cambiar tu comportamiento, mejorar es el resultado de renovar tu forma de pensar.
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. - Romanos 12: 2 NIVDesde el momento en que nacemos e incluso antes de nacer, nuestras mentes ya están siendo programadas. Programadas para seguir patrones éticos, morales, financieros, relacionales, espirituales y de todo tipo. Algunos buenos y otros no tan buenos. Mejorar es el resultado de identificar esos patrones y renovar aquellos que no se ajustan a las leyes de Dios. Al igual que en el mundo físico, vemos las leyes de Dios en funcionamiento, como la ley de la gravedad o la ley de causa y efecto. En nuestra vida cotidiana también existen leyes creadas por Dios para cada área de nuestras vidas. Leyes sobre cómo vivir mejor, financiera, relacional y espiritualmente. La renovación de la mente es el resultado de eliminar viejas formas de pensar e instaurar otras nuevas. Te dejaré con algunas ideas para renovar tu mente. Lo primero y más importante, CONFÍA en Dios. Luego no desperdicies tu energía emocional en cosas que no puedes controlar, no vivas en el pasado, no te estanques en tus errores, admite tus fallas y aprende de ellas, acepta el cambio y lo más importante, CONFÍA en el patrón de Dios para tu vida. Padre Celestial gracias por enseñarme que no debo amoldarme al mundo actual y que es a través de la renovación de mi mente que voy a ser transformado, confío en ti amado Dios y en ese patrón perfecto que diseñaste para mi vida, el pasado queda atrás y contigo todas las cosas son hechas nuevas. Te alabo y te bendigo hoy y siempre, amén.