Aplica o Muere

Cuando realmente queremos algo, aunque lo que queramos sea una mala idea, es casi imposible que alguien nos haga cambiar de opinión. Es como que perdemos la capacidad de razonar y lo que es obvio para los demás para nosotros no lo es. Alguien quizás te diga, no entres en esa relación, no salgas de esa relación, no inviertas en ese negocio, no vayas o no hagas eso. Y no importa lo que te digan, tienes un argumento contrario para todo. Porque cuando queremos algo, increíble cómo suena, aun discutimos e ignoramos a Dios

El rey Josafat y el rey Acab estaban considerando si debían o no unir fuerzas para luchar contra Siria. Entonces convocaron al profeta de Dios Micaias, para así buscar la voluntad de Dios. El problema es que el rey Acab no estaba interesado en descubrir la voluntad de Dios. Lo único que quería el rey Acab era la bendición de Dios porque ya estaba decidido a ir a la guerra. Pero Micaias le dijo al rey Acab que no era la voluntad de Dios que ellos fueran a la guerra. Entonces, el rey Acab hizo lo que la mayoría de nosotros hacemos cuando no nos gusta lo que escuchamos. El rey Acab mandó a callar a Micaias y lo echó en la cárcel.

El problema con discutir con Dios es que eventualmente Él nos va a permitir ganar el argumento. Porque Dios no nos habla dándonos una opinión más para que la consideremos. No, Dios nos habla para que apliquemos lo que Él nos dice. El rey Acab asumió que, porque tenía el poder de silenciar a Miqueas, podría controlar los resultados. Y, Dios le permitió hacer lo que quería, pero al final perdió la vida. La verdad es que podemos ignorar a Dios, podemos tener lo que en nuestra mente consideramos es un argumento persuasivo y podemos tener una respuesta para todo. El problema es que Dios no va a discutir con nosotros, Él nos va a dejar probar nuestro punto de vista y luego va a dejarnos hacer lo que queramos.

Jesús dijo: ¡bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la guardan!» – Lucas 11:28 NKJ.

En tu vida, ¿a quién estás escuchando? ¿A quién deberías estar escuchando? ¿Quién es el Micaias que Dios te ha enviado? Bienaventurados los que oyen a Dios ylo aplican.

Padre Celestial que bienaventurado soy cuando escucho lo que Tú me estás diciendo y lo aplico en mi vida, porque Tú eres el único que sabe lo que es realmente bueno para mí, gracias por los Micaias que me has enviado para que yo sepa lo que Tú me quieres decir, no permitas que ignore lo que me dices Señor Amado, sino al contrario, ayúdame a escucharte siempre y sobre todo a aplicarlo.