Examen del Corazón

Ninguna otra parte del cuerpo se menciona más en la Biblia que el corazón, se menciona más de mil veces. Tal vez porque en su forma natural, es el centro de todas las actividades físicas. Y en su forma psicológica es el centro de toda actividad emocional, intelectual y moral. En su forma natural, es la causa principal de muerte en hombres y mujeres y en su forma psicológica es la causa principal de la depresión, la tristeza, la desesperanza y la muerte espiritual en hombres y mujeres.

La razón por la cual las enfermedades del corazón son la causa principal de muertes en hombres y mujeres es porque en primer lugar, muchas veces no nos damos cuenta de que tenemos problemas cardíacos. Y en segundo lugar, porque cuando finalmente descubrimos que tenemos problemas cardíacos muchas veces ya es demasiado tarde. Esto es porque cuando estamos sufriendo una enfermedad cardíaca, los síntomas generalmente se manifiestan en otras partes del cuerpo. Por ejemplo, puedes tener calambres en las piernas o los brazos y pensar erróneamente que tienes problemas de circulación. O bien, puede que sufras de fatiga y pensar que tienes problemas pulmonares. O bien, puede ser que padezcas de reflujo y pensar que tienes problemas de digestión cuando en realidad se trataba de problemas cardíacos que se manifestaban en otras áreas.

Cuando abrimos la Biblia, descubrimos un paralelo entre el corazón en su forma natural y el corazón en su forma psicológica. Cuando el corazón en su forma psicológica está enfermo, los síntomas también se manifiestan en otras áreas. Los síntomas generalmente se manifiestan en lo que decimos y en cómo nos comportamos. Y no es un problema de dicción o un problema de comportamiento, sino un problema del corazón.

Jesús dijo: “Las cosas que salen de la boca de una persona provienen del corazón, y éstas le contaminan. Porque del corazón salen malos pensamientos: asesinato, adulterio, inmoralidad sexual, robo, falso testimonio, calumnia”. Mateo 15: 18-19 NVI.

Quizás sea hora de que te hagas un examen del corazón, ¿cómo está tu corazón? ¿Tienes algún síntoma que quizás estés confundiendo con otra cosa?

Salomón dijo: «Por encima de todo, cuida tu corazón, porque todo lo que haces fluye de él» (Proverbios 4:23 NVI).

Padre Celestial ayúdame a cuidar mi corazón, que yo sea capaz de ver los síntomas que me muestren lo que está dentro de él, no sólo en su forma natural sino también en su forma psicológica. Gracias Jesús por enseñarme que de lo que habla mi boca está lleno mi corazón y que lo guarde, porque de él mana la vida.