Encontrando tu Propósito Día 02

 «El vacío espiritual es una enfermedad universal«. – Rick Warren

La mayoría de las personas creen, o al menos esperan, que la vida sea algo más que una rutina diaria. En el pasado, la rutina se basaba en trabajar duro para edificar una carrera y lograr seguridad financiera. ¿Pero, y qué sucede después? En el presente, la rutina se basa en experimentar la vida; trabajar lo menos posible, ahorrar poco o nada de dinero para mejor invertirlo en socializar y divertirse lo más posible. De nuevo, ¿entonces qué? A esto lo llaman vivir cuando, de hecho, esto es solo existir. Pero eventualmente para la mayoría de las personas surge un anhelo por algo más que simplemente existir. Quieren pensar que sus vidas en verdad cuentan y que tienen un propósito real.

 

En la vida todos apuestan por algo, algunos apuestan por el trabajo duro y la seguridad financiera y otros apuestan por experimentar los placeres de la vida. Pero otros apuestan su vida basados en la creencia de que fueron creados por Dios a propósito y con un propósito. Por mi parte, elijo apostar mi vida en base a la creencia de que todos fuimos creados por Dios, que todos somos importantes para Dios y que todos somos parte de un plan que va mucho más allá de nuestra existencia diaria. Elijo creer que somos parte de la eterna historia de redención y amor de Dios.

 

“Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin — dice el Señor Dios —. Yo soy el que es, que siempre era y que aún está por venir, el Todopoderoso”. – Revelaciones 1:8 NTV.

 

Imagínate que nunca has visto un teléfono, ¿cómo sabrías cuál es su propósito? O imagínate si nunca hubieras visto un bate de béisbol, ¿cómo sabrías cuál es su propósito? Si quieres encontrar el propósito de algo, solo tienes que preguntarle a su creador. Si quieres encontrar tu propósito entonces tendrás que preguntarle a tu Creador. Hasta que no encuentres el propósito por el cual fuiste creado simplemente estás existiendo. La vida se comienza a vivir a plenitud cuando descubres el propósito por el cual Dios te creó. 

 

Padre celestial elijo creer que soy parte de tu eterna historia de amor y redención, elijo vivir en lugar de existir, porque Tú me creaste a propósito y con un propósito, y te doy gracias porque dentro de tu voluntad está que yo viva mi vida a plenitud. Gracias por mostrarme que el propósito no soy yo mismo sino los demás. Ese es tu ejemplo en mi vida, porque viniste a este mundo con el propósito de servir, no de ser servido.