Propósito en mano Día 03

 

Algunas personas existen pero no están vivas, eso es porque lo único que se necesita para existir es tener pulso. Algunas personas viven solo para sobrevivir; su única preocupación es tener una casa donde vivir y comida para comer. Mientras que otros viven saltando de una experiencia a otra o de una relación a otra. Pero, para verdaderamente vivir vas a necesitar tener algo más que pulso. También necesitarás tener un propósito; Necesitarás tener una razón por la cual existir. 

—¿Qué tienes en la mano? —preguntó el  Señor. —Una vara —respondió Moisés. – Éxodo 4: 2 NIV. 

 Si alguna vez has leído el libro de Éxodo o si has visto la película Los 10 Mandamientos, probablemente conozcas un poco sobre la vida de Moisés. Hacia el final de su vida, él simplemente existía y vivía sin otro propósito que el de sobrevivir. Había pasado de ser el príncipe de Egipto a convertirse en pastor en la parte trasera del desierto. Pero un día Dios se le apareció y le preguntó: «¿Qué tienes en la mano?» «Una vara de pastor», respondió Moisés. Y Dios le dijo: «tírala al suelo«, y Moisés lo hizo y la vara cobró vida. Entonces Dios le dijo a Moisés: «recógela» y cuando Moisés la recogió era solo un pedazo de madera seca, pero cuando la soltó, cobró vida. 

 

La vara de Moisés era más que un simple pedazo de madera, la vara representaba la identidad, la influencia y los ingresos de Moisés. Para Moisés, la vara era su medio de supervivencia. Pero cuando soltó la vara por orden de Dios ella cobró vida y, de repente, la vara de Moisés ganó importancia histórica y eterna. En la mano de Moisés la vara era un simple pedazo de madera, buena para sobrevivir temporalmente, pero cuando se la entregó a Dios, se convirtió en una herramienta de valor eterno y el propósito de la existencia de Moisés. Más tarde, Moisés libraría al pueblo de Israel de 400 años de esclavitud en Egipto. Y el vehículo a través del cual Moisés logró esta hazaña histórica fue con su vara. Fue con la vara que Moisés causó la peste sobre Egipto, dividió el mar rojo y también la utilizó para producir agua de una roca, suficiente como para darle agua a más de dos millones de personas y a todos los  animales que tenían en el desierto. 

 

Moisés descubrió que para activar su propósito tendría que soltar lo que tenía en la mano; su identidad, su influencia y sus ingresos. Ahora, ¿qué tienes en tu mano? Si te aferras a él, simplemente estarás existiendo para sobrevivir. Pero si estás dispuesto a soltarlo para cumplir el plan de Dios, terminarás activando el propósito por el cual Dios te creó. Después de todo, Dios te creó a propósito y con un propósito. 

 

Padre celestial ayúdame a soltar lo que tengo en mi mano, mi identidad, mi influencia y mis ingresos, para que puedas cumplir en mi vida el propósito para el cual me creaste. Gracias porque al igual que Moisés yo tengo algo en mi mano, que cuando estoy dispuesto a soltarlo para entregártelo a ti, Tú haces maravillas y le das un valor eterno.